El que es bueno, de la bondad que atesora en el corazón saca el bien, pero el que es malo, de su maldad saca el mal.
Hechos 11:24 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento) Un gran número de personas aceptó al Señor, pues Bernabé era un hombre bueno, lleno del Espíritu Santo y de fe. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Porque era varón bueno, y lleno del Espíritu Santo y de fe. Y una gran multitud fue agregada al Señor. Biblia Nueva Traducción Viviente Bernabé era un hombre bueno, lleno del Espíritu Santo y firme en la fe. Y mucha gente llegó al Señor. Biblia Católica (Latinoamericana) pues era un hombre excelente, lleno del Espíritu Santo y de fe. Así fue como un buen número de gente conoció al Señor. La Biblia Textual 3a Edicion porque era un varón bueno, y lleno del Espíritu Santo y de fe. Y una gran multitud fue agregada al Señor. Biblia Serafín de Ausejo 1975 pues era un hombre de bien, lleno de Espíritu Santo y de fe. Y se agregó al Señor una gran muchedumbre. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Porque era varón bueno, y lleno del Espíritu Santo y de fe; y mucha gente fue añadida al Señor. |
El que es bueno, de la bondad que atesora en el corazón saca el bien, pero el que es malo, de su maldad saca el mal.
―¿Por qué me preguntas sobre lo que es bueno? —respondió Jesús—. Solamente hay uno que es bueno. Si quieres entrar en la vida, obedece los mandamientos.
Entre la gente corrían muchos rumores acerca de él. Unos decían: «Es una buena persona». Otros decían: «No, él engaña a la gente».
El poder del Señor estaba con ellos, y un gran número creyó y se convirtió al Señor.
Todos fueron llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en diferentes lenguas, según el Espíritu les indicaba que hablaran.
Alababan a Dios y disfrutaban del aprecio general del pueblo. Y cada día el Señor añadía al grupo los que iban siendo salvos.
Por eso siempre trato de mantener limpia mi conciencia delante de Dios y de la gente.
Elijan de entre ustedes a siete hombres, para encargarles esta responsabilidad. Deben ser gente de confianza, llenos del Espíritu y de sabiduría.
Esta propuesta agradó a toda la asamblea. Eligieron a Esteban, un hombre lleno de fe y del Espíritu Santo. Además, eligieron a Felipe, a Prócoro, a Nicanor, a Timón, a Parmenas y a Nicolás. Este último era de Antioquía y se había convertido al judaísmo.
Esteban, hombre lleno del amor y del poder de Dios, hacía grandes maravillas y milagros entre el pueblo.
Mientras tanto, la iglesia disfrutaba de paz en toda Judea, Galilea y Samaria. Cada día se hacía más fuerte, pues todos respetaban al Señor. El número de creyentes iba creciendo, y eran todos fortalecidos por el Espíritu Santo.
Sin embargo, les he escrito con mucha franqueza sobre algunos asuntos, como para refrescarles la memoria. Aunque no lo merezco, Dios me envió a ustedes, y por eso me atrevo a decirles todo esto.
Es muy difícil que alguien muera por un justo. Pero tal vez haya quien se atreva a morir por una persona buena.