La Biblia Online

Anuncios


Toda la Biblia A.T. N.T.




Hechos 10:20 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

Date prisa, baja y no dudes en ir con ellos, porque yo los he enviado».

Ver Capítulo
Mostrar Biblia Interlineal

Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

Levántate, pues, y desciende y no dudes de ir con ellos, porque yo los he enviado.

Ver Capítulo

Biblia Nueva Traducción Viviente

Levántate, baja y vete con ellos sin titubear. No te preocupes, porque yo los he enviado».

Ver Capítulo

Biblia Católica (Latinoamericana)

Baja y vete con ellos sin vacilar, pues los he enviado yo.

Ver Capítulo

La Biblia Textual 3a Edicion

así que levántate, baja, y ve con ellos sin dudar,° porque Yo los he enviado.

Ver Capítulo

Biblia Serafín de Ausejo 1975

baja y ve con ellos sin dudar lo más mínimo, porque yo los he enviado'.

Ver Capítulo

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Levántate, pues, y desciende, y no dudes de ir con ellos; porque yo los he enviado.

Ver Capítulo
Otras versiones



Hechos 10:20
11 Referencias Cruzadas  

Les dijo: ―Vayan por todo el mundo y anuncien la buena noticia a toda criatura.


Pedro bajó y les dijo a los hombres: ―Aquí estoy; yo soy el que ustedes buscan. ¿Qué asunto los ha traído por acá?


El Espíritu me dijo que fuera con ellos sin dudar. También fueron conmigo estos seis hermanos en la fe, y entramos en la casa de aquel hombre.


Bernabé y Saulo, enviados por el Espíritu Santo, bajaron a Seleucia, y de allí navegaron a Chipre.


Un ángel del Señor le dijo a Felipe: «Ponte en marcha hacia el sur, por el camino del desierto que baja de Jerusalén a Gaza».


―¡Ve! —insistió el Señor—, porque he elegido a ese hombre como mi instrumento. Él dará a conocer mi nombre tanto a las naciones y a sus reyes como al pueblo de Israel.


Ananías se fue. Cuando llegó a la casa, puso sus manos sobre Saulo y le dijo: «Hermano Saulo, el Señor Jesús me ha enviado. Fue él quien se te apareció en el camino. Me envía para que recuperes la vista y seas lleno del Espíritu Santo».


Pero que pida con fe, sin dudar nada. Pues el que duda se parece a las olas del mar. A estas el viento las arrastra y lleva de un lado a otro.