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Hebreos 11:25 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

Prefirió ser maltratado con el pueblo de Dios a disfrutar en ese tiempo los placeres del pecado.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

escogiendo antes ser maltratado con el pueblo de Dios, que gozar de los deleites temporales del pecado,

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Prefirió ser maltratado con el pueblo de Dios a disfrutar de los placeres momentáneos del pecado.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

y quiso compartir no el goce pasajero del pecado, sino los malos tratos del pueblo de Dios.

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La Biblia Textual 3a Edicion

escogiendo antes padecer aflicción con el pueblo de Dios, que tener el gozo temporal del pecado,

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

prefiriendo compartir con el pueblo de Dios los malos tratos a tener el goce pasajero del pecado,

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

escogiendo antes ser afligido con el pueblo de Dios, que gozar de los placeres temporales de pecado.

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Otras versiones



Hebreos 11:25
34 Referencias Cruzadas  

Pero, como no tiene raíz, dura poco tiempo. Cuando surgen problemas o persecución a causa de la palabra, en seguida se aparta de ella.


Pero Abraham le contestó: “Hijo, recuerda que durante tu vida te fue muy bien, mientras que a Lázaro le fue muy mal. Pero ahora a él le toca recibir consuelo aquí y a ti, sufrir terriblemente.


Ciertamente he visto la opresión que sufre mi pueblo en Egipto. Los he escuchado quejarse, así que he bajado para librarlos. Ahora ven y te enviaré de vuelta a Egipto”.


Y no solo esto nos alegra, sino que también nos alegramos de tener que sufrir. Pues sabemos que el sufrimiento nos da más fuerza para soportar.


Por lo tanto, si alguno está unido a Cristo, es una nueva creación. ¡Nuestra vieja manera de vivir quedó en el pasado, ahora somos nuevas personas!


Ahora, aunque sufro por ustedes, me alegro. Pues así voy completando en mí mismo lo que falta de los sufrimientos de Cristo por su iglesia, que es su cuerpo.


Así que no te avergüences de hablar acerca de nuestro Señor, ni tampoco de mí, que por anunciar su mensaje estoy preso. Al contrario, tú también, con el poder de Dios, debes soportar sufrimientos por anunciar la buena noticia.


Recuerden aquellos días pasados cuando ustedes sostuvieron una dura lucha y soportaron mucho sufrimiento. Eso fue cuando ustedes apenas acababan de recibir el mensaje de Dios como una luz en la oscuridad.


Fueron apedreados, partidos por la mitad, asesinados a filo de espada. Anduvieron huyendo de aquí para allá, cubiertos de pieles de oveja y de cabra. Pasaron necesidades, sufrieron y fueron maltratados.


Por tanto, queda todavía un descanso especial para el pueblo de Dios.


Pues cuando nos enojamos nuestra vida deja de ser tan buena como Dios quiere.


Ustedes han llevado en este mundo una vida de lujo y de placer sin límite. Lo que han hecho es prepararse para su castigo. Es como el animal que se engorda para el día de la matanza.


Ustedes antes ni siquiera eran pueblo, pero ahora son pueblo de Dios. Antes no habían recibido misericordia, pero ahora ya la han recibido.


Ella era orgullosa y le gustaban los grandes lujos, pues ahora háganla sufrir y atorméntenla. Decía con orgullo: “Estoy sentada como reina; no soy viuda ni sufriré jamás”.