La Biblia Online

Anuncios


Toda la Biblia A.T. N.T.




Hebreos 10:8 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

Primero dijo: «Sacrificios y ofrendas, ofrendas quemadas y sacrificios por el pecado no te gustaron ni fueron de tu agrado». Sin embargo, esto es lo que la Ley exigía que se ofreciera.

Ver Capítulo
Mostrar Biblia Interlineal

Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

Diciendo primero: Sacrificio y ofrenda y holocaustos y expiaciones por el pecado no quisiste, ni te agradaron (las cuales cosas se ofrecen según la ley),

Ver Capítulo

Biblia Nueva Traducción Viviente

Primero, Cristo dijo: «No quisiste sacrificios de animales, ni ofrendas por el pecado, ni ofrendas quemadas ni otras ofrendas por el pecado; tampoco te agradaron todas esas ofrendas» (aun cuando la ley de Moisés las exige).

Ver Capítulo

Biblia Católica (Latinoamericana)

Comienza por decir: No quisiste sacrificios ni ofrendas, ni te agradaron holocaustos o sacrificios por el pecado. Y sin embargo esto es lo que pedía la Ley.

Ver Capítulo

La Biblia Textual 3a Edicion

Diciendo antes: Sacrificios y ofrendas y holocaustos y expiaciones° no quisiste ni escogiste (las cuales cosas son ofrecidas según la ley).

Ver Capítulo

Biblia Serafín de Ausejo 1975

Lo primero que dice es: Sacrificios y oblaciones y holocaustos y víctimas por el pecado no quisiste ni te fueron agradables, a pesar de que se ofrecen según la ley.

Ver Capítulo

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Diciendo arriba: Sacrificio y ofrenda, y holocaustos y expiaciones por el pecado no quisiste, ni te agradaron (cuyas cosas se ofrecen según la ley).

Ver Capítulo
Otras versiones



Hebreos 10:8
4 Referencias Cruzadas  

Amarlo con todo el corazón, con todo el entendimiento y con todas las fuerzas, y amar al prójimo como a uno mismo, es más importante que todas las ofrendas quemadas y los sacrificios.


La Ley no pudo liberarnos, porque nuestro pecado eliminó su poder. Por eso Dios envió a su propio Hijo en un cuerpo semejante al de nosotros los pecadores. Lo envió para que se ofreciera en sacrificio por el pecado, y de esa manera le quitó al pecado su poder.


Por eso, al venir a este mundo, Cristo le dijo a Dios: «No has querido sacrificios ni ofrendas, sino que me has preparado un cuerpo.