Dios siempre cumple sus promesas, y él los ha llamado a vivir unidos a su Hijo Jesucristo, nuestro Señor.
Hebreos 10:23 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento) Mantengamos firme, y sin dudar, la confianza que tenemos en nuestra salvación, porque Dios es fiel para cumplir lo que prometió. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Mantengamos firme, sin fluctuar, la profesión de nuestra esperanza, porque fiel es el que prometió. Biblia Nueva Traducción Viviente Mantengámonos firmes sin titubear en la esperanza que afirmamos, porque se puede confiar en que Dios cumplirá su promesa. Biblia Católica (Latinoamericana) Sigamos profesando nuestra esperanza sin que nada nos pueda conmover, ya que es digno de confianza aquel que se comprometió. La Biblia Textual 3a Edicion Mantengamos sin fluctuar la confesión de nuestra esperanza, porque fiel es el que prometió. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Mantengamos firme la profesión de la esperanza, porque el que prometió es fiel; Biblia Reina Valera Gómez (2023) Mantengamos firme, sin fluctuar, la profesión de nuestra fe; que fiel es el que prometió; |
Dios siempre cumple sus promesas, y él los ha llamado a vivir unidos a su Hijo Jesucristo, nuestro Señor.
Ustedes no han sufrido ninguna tentación que no hayan sufrido otras personas. Pero Dios es fiel y no permitirá que ustedes sean tentados más allá de lo que puedan aguantar. Más bien, cuando llegue la tentación, él les dará también una salida para que puedan resistir.
En efecto, al recibir esta demostración de servicio, ellos alabarán a Dios. Pues, luego de aceptar la buena noticia de Cristo, ustedes han demostrado obediencia al dar de manera generosa para ellos y para todos.
Dios los llamó para ser parte de su pueblo, y así lo hará, pues siempre cumple lo que promete.
Pero el Señor es fiel, y él les dará fuerzas. Él los protegerá a ustedes de todo mal.
Tenemos confianza en que tendremos vida eterna, pues Dios, que no miente, así lo había prometido antes de la creación del mundo.
Por la fe Abraham consideró fiel al que le había hecho la promesa. Por eso, aunque él era muy viejo y Sara no podía tener hijos, recibió fuerza para tener un hijo.
Hermanos en la fe, Dios los ha llamado a ustedes para que formen parte de su pueblo santo. Por eso, pongan su atención en Jesús, a quien reconocemos como apóstol y sumo sacerdote.
Hemos llegado a tener parte con Cristo, con tal que retengamos firme hasta el fin la confianza que tuvimos al principio.
Cristo, como Hijo de Dios, es obediente al guiar al pueblo de Dios que somos nosotros. Y continuaremos siendo su pueblo si nos mantenemos seguros y confiando con orgullo en nuestra salvación.
En Jesús, el Hijo de Dios, tenemos un gran sumo sacerdote que ha atravesado los cielos. Por eso, sigamos confiando firmemente en la noticia que anunciamos.
Es imposible que Dios mienta, y por eso la promesa y el juramento son dos realidades que no cambian. Eso nos anima fuertemente a seguir buscando la protección de Dios y a seguir confiando en la promesa que él nos ha dado.
Pero que pida con fe, sin dudar nada. Pues el que duda se parece a las olas del mar. A estas el viento las arrastra y lleva de un lado a otro.
Vengo pronto. Aférrate a la fe que tienes, para que nadie te quite la corona.