Después añade: «Y nunca más me acordaré de sus pecados y maldades».
añade: Y nunca más me acordaré de sus pecados y transgresiones.
Después dice: «Nunca más me acordaré de sus pecados y sus transgresiones».
No volveré a acordarme de sus errores ni de sus pecados.
añade: Y ya nunca más me acordaré de sus pecados y de sus iniquidades.°
añade: Y de sus pecados y sus iniquidades no me acordaré ya jamás.
y nunca más me acordaré de sus pecados e iniquidades.
Y, cuando los pecados han sido perdonados, ya no hace falta otro sacrificio por el pecado.
Yo les perdonaré sus maldades, y nunca más me acordaré de sus pecados».