El fariseo, puesto en pie y a solas, oraba: “Oh Dios, te doy gracias porque no soy como otros hombres. No soy como los ladrones, los malhechores y los adúlteros, ni como ese cobrador de impuestos.
Gálatas 6:3 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento) Si alguien cree ser importante, cuando en realidad no lo es, se engaña a sí mismo. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Porque el que se cree ser algo, no siendo nada, a sí mismo se engaña. Biblia Nueva Traducción Viviente Si te crees demasiado importante para ayudar a alguien, solo te engañas a ti mismo. No eres tan importante. Biblia Católica (Latinoamericana) Si alguno se cree algo, cuando no es nada, se engaña a sí mismo. La Biblia Textual 3a Edicion Porque si alguno supone que es algo, siendo nada, se engaña a sí mismo. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Pues si alguno cree que es algo, no siendo nada, se engaña a sí mismo. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Porque si alguno piensa de sí que es algo, no siendo nada, a sí mismo se engaña. |
El fariseo, puesto en pie y a solas, oraba: “Oh Dios, te doy gracias porque no soy como otros hombres. No soy como los ladrones, los malhechores y los adúlteros, ni como ese cobrador de impuestos.
Hace algún tiempo surgió Teudas, que se creía alguien muy importante, y se le unieron unos cuatrocientos hombres. Pero lo mataron y todos sus seguidores huyeron y allí se acabó todo.
Vivan en armonía los unos con los otros. No sean orgullosos, sino amigos de los humildes. No se crean los únicos que saben.
Yo sé que no lo merezco, pero Dios me ha dado autoridad para decirles lo siguiente: Nadie piense que es mejor o superior a otro. Más bien piensen que lo que ustedes son, lo son gracias a la medida de fe que Dios les ha dado.
Si tuviera el don de comunicar mensajes de parte de Dios y entendiera todos los planes secretos de Dios y tuviera todo conocimiento, y si tuviera una fe que logra mover montañas, pero me falta el amor, no soy nada.
Que nadie se engañe. Si alguno de ustedes cree que lo sabe todo en este mundo, mejor piense que es un ignorante para que llegue a ser sabio de verdad.
Me he portado como un loco, pero ustedes me han obligado a ello. Ustedes debían hablar bien de mí, pues de ningún modo soy inferior a los tales «superapóstoles», aunque yo no soy nada.
No es que nos consideremos capaces de hacerlo por nosotros mismos. Nuestra capacidad viene de Dios.
En cuanto a los que eran reconocidos como personas importantes, ellos no le agregaron nada nuevo al mensaje que predico. La verdad, no me interesa si son o no gente importante, porque Dios no juzga por las apariencias.
En efecto, Santiago, Pedro y Juan, que eran considerados líderes importantes, reconocieron que Dios, aunque yo no lo merecía, me escogió. Entonces nos dieron la mano a Bernabé y a mí aceptándonos como compañeros. Y acordamos que nosotros iríamos a los no judíos y ellos a los judíos.
Sin embargo, esos malvados y mentirosos irán de mal en peor, engañando y siendo engañados.
No se contenten solo con escuchar el mensaje, pues así se engañan ustedes mismos. Llévenlo a la práctica.
Si alguien se cree religioso, pero no se cuida de lo que dice, se engaña a sí mismo. En este caso, su religión no sirve para nada.
Si afirmamos que no hemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos y no decimos la verdad.