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Gálatas 5:16 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

Así que les digo: Vivan guiados por el Espíritu, así no seguirán los deseos de hacer el mal.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

Digo, pues: Andad en el Espíritu, y no satisfagáis los deseos de la carne.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Por eso les digo: dejen que el Espíritu Santo los guíe en la vida. Entonces no se dejarán llevar por los impulsos de la naturaleza pecaminosa.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Por eso les digo: caminen según el espíritu y así no realizarán los deseos de la carne.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Digo, pues: Andad en el espíritu,° y no satisfagáis los deseos apasionados de la carne.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Os digo esto: caminad en el Espíritu, y no dejéis que se cumplan los deseos de la carne.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Esto digo entonces: Andad en el Espíritu, y no cumpliréis la concupiscencia de la carne.

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Otras versiones



Gálatas 5:16
22 Referencias Cruzadas  

Por lo tanto, no permitan ustedes que el pecado domine su cuerpo mortal, ni obedezcan a sus malos deseos.


Por lo tanto, ya no hay ningún castigo para los que están unidos a Cristo Jesús.


Lo que quiero decir, mis hermanos en la fe, es que nos queda poco tiempo. De aquí en adelante los que tienen esposa deben vivir como si no la tuvieran.


Queridos hermanos en la fe, ya que Dios nos ha hecho estas promesas, limpiemos nuestro cuerpo y espíritu de todo mal. Respetemos a Dios, porque así llegaremos a ser completamente santos.


Lo que quiero decir es esto: La Ley, que vino cuatrocientos treinta años después, no elimina el pacto que Dios ya había confirmado. Si lo hubiera hecho, la promesa no tendría valor.


El que vive siguiendo sus malos deseos está sembrando destrucción, y eso cosechará. El que vive guiado por el Espíritu está sembrando vida eterna, y eso cosechará.


En ese tiempo todos nosotros también vivíamos haciendo lo mismo. Nos dejábamos llevar por nuestros malos deseos, haciendo lo que queríamos y siguiendo nuestras propias ideas. Al igual que los demás, hacíamos enojar a Dios y merecíamos su castigo.


La circuncisión marcaba a los judíos como parte del pueblo de Dios. Pues gracias Cristo, ustedes recibieron una circuncisión espiritual, no hecha por mano humana. Es decir, Cristo quitó de sus cuerpos el deseo de seguir pecando.


Cuando ustedes vivían en la ignorancia, se dejaban controlar por sus malos deseos. Pero ahora, como hijos obedientes, no deben vivir así.


Ustedes han aceptado el verdadero mensaje de Dios, y por eso él los ha limpiado de pecado. Ahora aman con amor sincero a sus hermanos en la fe. Así que ámense de todo corazón los unos a los otros.


Queridos hermanos en la fe, en este mundo ustedes viven como extranjeros, pues solo están de paso. Por eso les ruego que abandonen todo deseo de pecar. Recuerden que el pecado es enemigo de su alma.


Por esto también se les predicó la buena noticia aun a los muertos. De esa manera, aunque sean juzgados por lo que hicieron cuando estaban en el cuerpo, podrán vivir en su espíritu obedeciendo a Dios como él quiere.