De hecho, este mensaje nos dice que Dios nos declara justos. Y Dios hace esto solo porque hemos creído en él. Ese ha sido su plan desde el principio, tal como dicen las Escrituras: «El justo vivirá para siempre, gracias a la fe».
Gálatas 3:11 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento) Ahora bien, es claro que por obedecer la Ley nadie es declarado justo delante de Dios, porque las Escrituras dicen: «El justo vivirá para siempre, gracias a la fe». Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Y que por la ley ninguno se justifica para con Dios, es evidente, porque: El justo por la fe vivirá; Biblia Nueva Traducción Viviente Queda claro, entonces, que nadie puede hacerse justo ante Dios por tratar de cumplir la ley, ya que las Escrituras dicen: «Es por medio de la fe que el justo tiene vida». Biblia Católica (Latinoamericana) Con la Ley nadie llega a ser justo a los ojos de Dios; la cosa es cierta, pues el justo vivirá por la fe, La Biblia Textual 3a Edicion Y es evidente que por la ley nadie es declarado justo delante de Dios, porque: El justo vivirá por la fe.° Biblia Serafín de Ausejo 1975 Porque es evidente que por la ley nadie es justificado ante Dios, ya que el justo por la fe vivirá; Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y que por la ley ninguno se justifica para con Dios, es evidente; porque: El justo por la fe vivirá, |
De hecho, este mensaje nos dice que Dios nos declara justos. Y Dios hace esto solo porque hemos creído en él. Ese ha sido su plan desde el principio, tal como dicen las Escrituras: «El justo vivirá para siempre, gracias a la fe».
Sin embargo, reconocemos que nadie es aceptado como justo delante de Dios por hacer las cosas que demanda la Ley. Somos aceptados como justos por creer en Jesucristo. Nosotros hemos puesto nuestra fe en Cristo Jesús. Así que somos aceptados como justos por la fe en él y no por hacer las cosas que demanda la Ley. Porque nadie será aceptado por Dios como justo por hacer esas cosas.
Pero al que él declare justo vivirá para siempre, gracias a la fe. Y, si deja de creer, no será de mi agrado».
La religión pura y sin defecto delante de Dios el Padre es esta: ayudar a los huérfanos y a las viudas en sus dificultades. Y, además, no dejarse dominar por la maldad del mundo.
Todos fallamos mucho. Si alguien nunca falla en lo que dice, es una persona perfecta. Esa persona es capaz también de controlar todo su cuerpo.
Y entonaban este nuevo cántico: «Digno eres de recibir el rollo y de romper sus sellos, porque fuiste sacrificado. Con tu sangre compraste para Dios gente de toda tribu, idioma, pueblo y nación.