La Biblia Online

Anuncios


Toda la Biblia A.T. N.T.




Gálatas 1:8 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

Pero, aun si alguno de nosotros o un ángel del cielo les predicara un mensaje distinto al de la buena noticia, ¡que caiga bajo maldición!

Ver Capítulo
Mostrar Biblia Interlineal

Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

Mas si aun nosotros, o un ángel del cielo, os anunciare otro evangelio diferente del que os hemos anunciado, sea anatema.

Ver Capítulo

Biblia Nueva Traducción Viviente

Si alguien —ya sea nosotros o incluso un ángel del cielo— les predica otra Buena Noticia diferente de la que nosotros les hemos predicado, que le caiga la maldición de Dios.

Ver Capítulo

Biblia Católica (Latinoamericana)

Pero aunque nosotros mismos o un ángel del cielo viniese a evangelizarlos en forma diversa a como lo hemos hecho nosotros, yo les digo: ¡Fuera con él!

Ver Capítulo

La Biblia Textual 3a Edicion

Pero si aun nosotros, o un ángel del° cielo, proclamara un evangelio contrario° al que os proclamamos, sea anatema.°

Ver Capítulo

Biblia Serafín de Ausejo 1975

Pero aun cuando nosotros o un ángel del cielo [os] anunciara un evangelio distinto del que os hemos anunciado, sea anatema.

Ver Capítulo

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Mas si aun nosotros, o un ángel del cielo os predica algún otro evangelio del que os hemos predicado, sea anatema.

Ver Capítulo
Otras versiones



Gálatas 1:8
23 Referencias Cruzadas  

Como ya lo hemos dicho, ahora lo repito. Si alguien les predica un mensaje distinto al de la buena noticia que recibieron, ¡que caiga bajo maldición!


Si alguno no ama al Señor, vivirá bajo maldición. ¡Marana ta!, que significa, «¡Ven, Señor!».


Desearía yo mismo ser maldecido y separado de Cristo por el bien de mi propio pueblo, los de mi propia raza.


»Luego dirá a los que estén a su izquierda: “Apártense de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles.


Con solo mirar a una mujer ya desean tener relaciones sexuales con ella, y nunca se cansan de pecar. Engañan a las personas que tienen una fe débil, y se la pasan deseando tener más y más dinero. ¡Merecen ser castigados por Dios!


Se presentaron entonces ante los jefes de los sacerdotes y los líderes, y les dijeron: ―Nosotros hemos jurado bajo maldición no comer nada hasta que logremos matar a Pablo.


Al que cause divisiones, repréndelo dos veces y, si no hace caso, aléjate de esa persona.


Cristo nos rescató de la maldición de la Ley. Él aceptó que esa maldición cayera sobre él. Pues las Escrituras dicen: «Maldito todo el que es colgado de un madero».


Por eso les digo que nadie que esté hablando guiado por el Espíritu de Dios puede maldecir a Jesús. Tampoco nadie puede decir: «Jesús es el Señor» si no es guiado por el Espíritu Santo.


Él comenzó a maldecir. ―¡No conozco a ese hombre del que hablan! —les juró.


Todos los que quieren agradar a Dios por hacer lo que demanda la Ley están bajo maldición. Pues las Escrituras dicen: «Maldito sea quien no obedezca todo lo que está escrito en el libro de la Ley».


Les ruego, hermanos en la fe, que se cuiden de los que causan divisiones y dificultades. Esa gente se opone a lo que a ustedes se les ha enseñado. Apártense de ellos.