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Filipenses 3:5 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

Pues fui circuncidado al octavo día de haber nacido, y soy del pueblo de Israel, de la tribu de Benjamín. Me considero más hebreo que cualquier hebreo y, si de cumplir la Ley se trata, fui fariseo.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

circuncidado al octavo día, del linaje de Israel, de la tribu de Benjamín, hebreo de hebreos; en cuanto a la ley, fariseo;

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Fui circuncidado cuando tenía ocho días de vida. Soy un ciudadano de Israel de pura cepa y miembro de la tribu de Benjamín, ¡un verdadero hebreo como no ha habido otro! Fui miembro de los fariseos, quienes exigen la obediencia más estricta a la ley judía.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Nací de la raza de Israel, de la tribu de Benjamín, hebreo e hijo de hebreos, y fui circuncidado a los ocho días. ¿Observaba yo la Ley? Por supuesto, pues era fariseo,

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La Biblia Textual 3a Edicion

Circuncidado al octavo día; del linaje de Israel, de la tribu de Benjamín,° hebreo de hebreos; en cuanto a la ley, fariseo;°

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Circuncidado al octavo día, del linaje de Israel, de la tribu de Benjamín; hebreo, hijo de hebreos; en cuanto a la ley, fariseo;

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

circuncidado al octavo día, del linaje de Israel, de la tribu de Benjamín, hebreo de hebreos, en cuanto a la ley, fariseo;

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Otras versiones



Filipenses 3:5
16 Referencias Cruzadas  

A los ocho días llevaron a circuncidar al niño. Como querían ponerle el nombre de su padre, Zacarías,


Cuando el niño cumplió ocho días de nacido, María y José fueron a circuncidarlo, y lo llamaron Jesús. Ese fue el nombre que el ángel le había puesto antes de que María quedara embarazada.


Más bien, el vino nuevo debe echarse en recipientes nuevos.


«Yo soy judío, nacido en Tarso de Cilicia, pero criado en esta ciudad. Aprendí a obedecer la Ley de nuestros antepasados bajo la dirección del maestro Gamaliel. Me esforcé mucho por servir a Dios, como cualquiera de ustedes lo hace hoy día.


Pablo, sabiendo que algunos de ellos eran saduceos y los demás fariseos, alzó su voz y dijo ante el tribunal: ―Amigos israelitas, yo soy fariseo de pura cepa. Me están juzgando porque he puesto mi esperanza en la resurrección de los muertos.


En aquellos días, al aumentar la cantidad de los discípulos, se quejaron los que hablaban griego contra los que hablaban hebreo. Decían que sus viudas eran desatendidas en la distribución diaria de los alimentos.


Por lo tanto, pregunto: ¿Acaso rechazó Dios a su pueblo? ¡De ninguna manera! Yo mismo soy israelita, descendiente de Abraham, de la tribu de Benjamín.


¿Son ellos hebreos? Pues yo también. ¿Son israelitas? También yo lo soy. ¿Son descendientes de Abraham? Yo también.