La Biblia Online

Anuncios


Toda la Biblia A.T. N.T.




Filipenses 3:13 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

Hermanos en la fe, no pienso que yo mismo lo haya logrado ya. Pero esto es lo que hago: me olvido de lo que hasta acá he logrado, y me esfuerzo por alcanzar lo que aún me falta.

Ver Capítulo
Mostrar Biblia Interlineal

Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante,

Ver Capítulo

Biblia Nueva Traducción Viviente

No, amados hermanos, no lo he logrado, pero me concentro únicamente en esto: olvido el pasado y fijo la mirada en lo que tengo por delante, y así

Ver Capítulo

Biblia Católica (Latinoamericana)

No, hermanos, yo no me creo todavía calificado, pero para mí ahora sólo vale lo que está adelante; y olvidando lo que dejé atrás,

Ver Capítulo

La Biblia Textual 3a Edicion

Hermanos, yo mismo no considero haberlo alcanzado,° pero una cosa hago,° olvidando las cosas que quedan atrás, y extendiéndome a las que están delante,

Ver Capítulo

Biblia Serafín de Ausejo 1975

Yo, hermanos, todavía no doy por descontado haberlo ya conseguido, sino que, olvidándome de lo que queda atrás y lanzándome hacia lo que está por delante, sólo busco una cosa,

Ver Capítulo

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está adelante,

Ver Capítulo
Otras versiones



Filipenses 3:13
15 Referencias Cruzadas  

pero solo una es necesaria. María ha elegido la mejor, y nadie se la quitará.


Jesús le respondió: ―Nadie que mire atrás después de poner la mano en el arado está preparado para el reino de Dios.


Así que de ahora en adelante no valoramos a nadie siguiendo criterios humanos. Antes valorábamos a Cristo de esa manera, pero ya no lo hacemos así.


Mis queridos hermanos en la fe, ustedes siempre han obedecido. Y, así como lo han hecho en mi presencia, háganlo mucho más ahora en mi ausencia. Por eso les pido que con todo respeto y amor a Dios vivan demostrando que son salvos.


No estoy diciendo que ya haya conseguido hacer todo eso, o que ya sea perfecto. Sin embargo, sigo luchando, con la esperanza de lograrlo, porque Cristo Jesús me salvó para eso.


Cuando comparo todo con el inmenso valor de conocer a Cristo Jesús, mi Señor, me doy cuenta de que nada tiene importancia. Por él lo he dejado todo, y lo considero basura, pues todo cuanto quiero es a Cristo.


Por eso, dejemos a un lado las enseñanzas elementales acerca de Cristo, y avancemos hacia la madurez. No volvamos a verdades elementales, tales como la necesidad de arrepentirse de cosas que llevan a la muerte eterna, para luego creer en Dios.


Pero no olviden, queridos hermanos en la fe, que para el Señor un día es como mil años y mil años, como un día.