Pues así como tres días y tres noches estuvo Jonás en el vientre de un gran pez, también tres días y tres noches estará el Hijo del hombre en las entrañas de la tierra.
Filipenses 2:10 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento) Para que ante el nombre de Jesús se arrodillen todos los que están en el cielo y en la tierra y debajo de la tierra, Más versionesBiblia Reina Valera 1960 para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra; Biblia Nueva Traducción Viviente para que, ante el nombre de Jesús, se doble toda rodilla en el cielo y en la tierra y debajo de la tierra, Biblia Católica (Latinoamericana) para que al Nombre de Jesús
se doble toda rodilla en los cielos,
en la tierra y entre los muertos, La Biblia Textual 3a Edicion para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra, Biblia Serafín de Ausejo 1975 para que, en el nombre de Jesús, toda rodilla se doble en el cielo, en la tierra y en los abismos; Biblia Reina Valera Gómez (2023) para que al nombre de Jesús, se doble toda rodilla; de los que están en el cielo, y en la tierra, y debajo de la tierra, |
Pues así como tres días y tres noches estuvo Jonás en el vientre de un gran pez, también tres días y tres noches estará el Hijo del hombre en las entrañas de la tierra.
Luego hicieron una corona de espinas y se la colocaron en la cabeza, y en la mano derecha le pusieron una vara. Arrodillándose delante de él, se burlaban diciendo: ―¡Viva el rey de los judíos!
Jesús se acercó entonces a ellos y les dijo: ―Se me ha dado toda autoridad en el cielo y en la tierra.
¿Y qué le contestó Dios? Le dijo: «He apartado para mí siete mil hombres, que no se han arrodillado ante el dios Baal».
Según ese plan, llegado el tiempo preciso, Dios pondría todas las cosas, tanto las del cielo como las de la tierra, bajo la autoridad de Cristo.
¿Qué quiere decir eso de que «subió»? Pues que también bajó a las partes más profundas de la tierra.
Además, cuando Dios envió a su Hijo primogénito al mundo, dijo: «Que lo adoren todos los ángeles de Dios».
Los que habían muerto en el mar se presentaron ante Dios. También se presentaron los muertos que estaban en el reino de la muerte. Cada uno fue juzgado según lo que había hecho.
los veinticuatro líderes se arrodillaban y adoraban al que vive para siempre. Se quitaban sus coronas y las ponían delante del trono, diciendo:
Pero a nadie se encontró que fuera capaz de abrirlo y ver su contenido. No se encontró a nadie ni en el cielo ni en la tierra, ni debajo de la tierra.