»¡Ay de ustedes, maestros de la Ley y fariseos, hipócritas! Les cierran a los demás el reino de los cielos, y ni entran ustedes ni dejan entrar a los que intentan hacerlo.
Filipenses 1:18 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento) ¿Qué importa? Al fin y al cabo, y sea como sea, con motivos falsos o con sinceridad, se predica a Cristo. Por eso me alegro; es más, seguiré alegrándome. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 ¿Qué, pues? Que no obstante, de todas maneras, o por pretexto o por verdad, Cristo es anunciado; y en esto me gozo, y me gozaré aún. Biblia Nueva Traducción Viviente Pero eso no importa; sean falsas o genuinas sus intenciones, el mensaje acerca de Cristo se predica de todas maneras, de modo que me gozo. Y seguiré gozándome Biblia Católica (Latinoamericana) Pero, al fin, ¿qué importa? Sea con sinceridad o por hipocresía, de todas formas se anuncia a Cristo y eso me alegra.
Yo tengo de qué alegrarme, La Biblia Textual 3a Edicion ¿Entonces qué? Que de todos modos, por pretexto o por verdad, el Mesías es anunciado, y en esto me regocijo y me regocijaré, Biblia Serafín de Ausejo 1975 Pero ¿qué importa? En todo caso, como quiera que sea, con hipocresía o con sinceridad, Cristo es anunciado; y de esto me alegro y me seguiré alegrando. Biblia Reina Valera Gómez (2023) ¿Qué, pues? Que no obstante, de todas maneras, o por pretexto o por verdad, Cristo es predicado; y en esto me gozo, y me gozaré aún. |
»¡Ay de ustedes, maestros de la Ley y fariseos, hipócritas! Les cierran a los demás el reino de los cielos, y ni entran ustedes ni dejan entrar a los que intentan hacerlo.
Les roban los bienes a las viudas y a la vez hacen largas oraciones para impresionar a los demás. Estos recibirán peor castigo.
Pero ellos no entendían lo que quería decir con esto. No lo podían entender aún, y no se atrevían a preguntarle.
―No se lo impidan —le dijo Jesús—, porque el que no está contra ustedes está a favor de ustedes.
¿A qué conclusión llegamos? ¿Acaso los judíos somos mejores? ¡De ninguna manera! Ya hemos demostrado que tanto los judíos como los no judíos somos pecadores.
Entonces, ¿qué? ¿Vamos a pecar porque no estamos ya bajo la Ley, sino bajo el amor y la bondad de Dios? ¡De ninguna manera!
¿Qué quiero decir con esta comparación? Pues que, cuando los no judíos ofrecen en sacrificio a los ídolos un animal, ni el sacrificio ni el ídolo tienen ningún valor.
¿Qué debo hacer entonces? Pues orar con el espíritu, pero también con el entendimiento. Cantar con el espíritu, pero también con el entendimiento.
En fin, ya sea que se trate de mí o de ellos, esto es lo que predicamos, y esto es lo que ustedes han creído.
Pues yo sé que, gracias a las oraciones de ustedes y a la ayuda que me da el Espíritu de Jesucristo, todo esto resultará en mi liberación.