Entonces Jesús le dijo al hombre de la mano paralizada: ―Ponte de pie frente a todos.
Filipenses 1:14 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento) Gracias a mis cadenas, ahora la mayoría de los hermanos en la fe tienen más confianza en el Señor y se han atrevido a anunciar sin temor el mensaje. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Y la mayoría de los hermanos, cobrando ánimo en el Señor con mis prisiones, se atreven mucho más a hablar la palabra sin temor. Biblia Nueva Traducción Viviente y dado que estoy preso, la mayoría de los creyentes de este lugar han aumentado su confianza y anuncian con valentía el mensaje de Dios sin temor. Biblia Católica (Latinoamericana) Mi condición de preso ha animado a la mayoría de nuestros hermanos en el Señor, los cuales ahora se atreven a proclamar la Palabra más abiertamente y sin miedo. La Biblia Textual 3a Edicion Y la mayoría de los hermanos en el Señor, cobrando ánimo con mis prisiones,° se atreven a hablar con denuedo la Palabra sin temor.° Biblia Serafín de Ausejo 1975 y la mayor parte de los hermanos, cobrando confianza en el Señor a causa de mis cadenas, han redoblado su audacia para predicar sin miedo la palabra [de Dios]. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y muchos de los hermanos en el Señor, tomando ánimo con mis prisiones, se atreven mucho más a hablar la palabra sin temor. |
Entonces Jesús le dijo al hombre de la mano paralizada: ―Ponte de pie frente a todos.
Nos rescató del poder de nuestros enemigos. Así nos hizo libres del temor, para que le sirviéramos
Les tengo mucha confianza y me siento muy orgulloso de ustedes. Estoy muy contento; aun en medio de todas nuestras dificultades mi alegría es abundante.
Así que les pido que no se desanimen a causa de lo que sufro por ustedes, ya que estos sufrimientos míos son para ustedes un honor.
Tengo el gran deseo y la firme confianza de que en nada seré avergonzado. Al contrario, ya sea que yo viva o muera, ahora y siempre quiero ser valiente, para que Cristo sea grandemente alabado por medio de mí.
Y está bien que yo piense así de todos ustedes porque los llevo en el corazón. Dios me dio el inmerecido privilegio de anunciar la buena noticia, y ustedes me han ayudado a hacerlo. Lo han hecho mientras he estado en la cárcel o he tenido que defender y confirmar la buena noticia.
Queridos hermanos en la fe, los amo y extraño mucho. Ustedes son mi alegría y mi motivo de orgullo. Les pido que no dejen de confiar en el Señor nunca.
Nuestro querido hermano en la fe, Tíquico, es un fiel servidor y colaborador del Señor. Él les contará en detalle cómo me va.
Y saben también que, a pesar de los sufrimientos y los insultos que antes recibimos en Filipos, nuestra confianza en nuestro Dios creció. Por eso nos atrevimos a comunicarles la buena noticia en medio de una gran lucha.
por la que sufro en gran manera, hasta el punto de llevar cadenas como un criminal. Pero la palabra de Dios no está encadenada.