Por lo tanto, hermanos en la fe, les ruego que tomen en cuenta la gran bondad de Dios. Así que, ofrezcan todo su ser como un sacrificio vivo y agradable a Dios. Esa es la verdadera adoración que él merece.
Filemón 1:9 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento) prefiero rogártelo en nombre del amor. Ya soy anciano y, además, estoy preso por anunciar el mensaje de Cristo Jesús. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 más bien te ruego por amor, siendo como soy, Pablo ya anciano, y ahora, además, prisionero de Jesucristo; Biblia Nueva Traducción Viviente pero por amor, prefiero simplemente pedirte el favor. Toma esto como una petición mía, de Pablo, un hombre viejo y ahora también preso por la causa de Cristo Jesús. Biblia Católica (Latinoamericana) prefiero pedírtelo por amor. El rogante es Pablo, ya anciano, y ahora preso por Cristo Jesús, La Biblia Textual 3a Edicion más bien te ruego a causa del amor, siendo tal como soy, Pablo, ya anciano, y ahora también prisionero de Jesús el Mesías, Biblia Serafín de Ausejo 1975 más bien prefiero recurrir a la súplica, por motivos de amor, presentándome como quien soy, Pablo, anciano y ahora, por añadidura, prisionero por Cristo Jesús. Biblia Reina Valera Gómez (2023) más bien te ruego por amor, siendo como soy, Pablo ya anciano, y ahora además, prisionero de Jesucristo. |
Por lo tanto, hermanos en la fe, les ruego que tomen en cuenta la gran bondad de Dios. Así que, ofrezcan todo su ser como un sacrificio vivo y agradable a Dios. Esa es la verdadera adoración que él merece.
Así que somos representantes de Cristo. Como si Dios les llamara la atención a ustedes por medio de nosotros. Por eso les rogamos, en nombre de Cristo, que se reconcilien con Dios.
Nosotros, ayudantes de Dios, les rogamos que sepan apreciar su inmerecido amor.
Yo, Pablo, estoy preso por anunciar el mensaje de Cristo Jesús, y lo he hecho por el bien de ustedes los no judíos.
Por eso yo, que estoy preso por servir al Señor, les ruego que se porten bien, como gente que Dios ha llamado a ser parte de su pueblo.
Dios me envió a anunciar esa noticia, y por eso ahora estoy preso. Oren para que hable con valentía, como debo hacerlo.
Doy gracias al que me fortalece, Cristo Jesús nuestro Señor, pues me consideró digno de confianza al ponerme a su servicio.
A los ancianos, enséñales que sean serios, respetables y que piensen bien las cosas. Que tengan una fe sincera, que amen a los demás y tengan paciencia.
Les suplico que oren para que, cuanto antes, se me permita estar de nuevo con ustedes.
Queridos hermanos en la fe, en este mundo ustedes viven como extranjeros, pues solo están de paso. Por eso les ruego que abandonen todo deseo de pecar. Recuerden que el pecado es enemigo de su alma.