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Efesios 6:5 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

Esclavos, obedezcan a sus amos acá en la tierra. Obedezcan con profundo respeto, y no por obligación. Háganlo como si estuvieran obedeciendo a Cristo.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

Siervos, obedeced a vuestros amos terrenales con temor y temblor, con sencillez de vuestro corazón, como a Cristo;

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Esclavos, obedezcan a sus amos terrenales con profundo respeto y temor. Sírvanlos con sinceridad, tal como servirían a Cristo.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Siervos, obedezcan a sus patrones de este mundo con respeto y responsabilidad, con corazón sincero, como quien obedece a Cristo.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Los siervos: Obedeced a los señores según la carne, con temor y temblor, con sinceridad de corazón, como al Mesías;

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Esclavos, obedeced a vuestros amos en la tierra, con sumisión y respeto, en la sencillez de vuestro corazón, como a Cristo;

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Siervos, obedeced a vuestros amos según la carne con temor y temblor, con sencillez de vuestro corazón, como a Cristo.

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Otras versiones



Efesios 6:5
27 Referencias Cruzadas  

»El ojo es la lámpara del cuerpo. Por tanto, si tu visión es clara, todo tu ser disfrutará de la luz.


»Nadie puede servir a dos señores, pues menospreciará a uno y amará al otro, o querrá mucho a uno y despreciará al otro. Ustedes no pueden servir a la vez a Dios y a las riquezas.


Pues yo mismo soy un hombre que obedezco órdenes superiores y, además, tengo soldados bajo mi autoridad. Le digo a uno “ve”, y va, y al otro “ven”, y viene. Le digo a mi siervo “haz esto”, y lo hace.


No dejaban de reunirse unánimes en el Templo ni un solo día. De casa en casa partían el pan y compartían la comida con alegría y generosidad.


Desearía yo mismo ser maldecido y separado de Cristo por el bien de mi propio pueblo, los de mi propia raza.


Es más, cuando me presenté ante ustedes, me sentía sin importancia y temblaba de miedo.


Pues el que era esclavo cuando el Señor lo llamó es ahora libre gracias al Señor. Del mismo modo, el que era libre cuando fue llamado es ahora un esclavo de Cristo.


Para nosotros, es motivo de satisfacción el saber que no hemos hecho nada malo. Nos hemos comportado en el mundo, y especialmente entre ustedes, con la honestidad y sinceridad que vienen de Dios. Y lo hemos logrado gracias al amor inmerecido de Dios, y no gracias a nuestra sabiduría humana.


Ahora Tito les tiene aún más cariño, pues recuerda que todos ustedes fueron obedientes y lo recibieron con muchísimo respeto.


Esposas, obedezcan a sus esposos como al Señor.


Que el amor inmerecido de Dios llene a todos los que aman a nuestro Señor Jesucristo con amor eterno.


Mis queridos hermanos en la fe, ustedes siempre han obedecido. Y, así como lo han hecho en mi presencia, háganlo mucho más ahora en mi ausencia. Por eso les pido que con todo respeto y amor a Dios vivan demostrando que son salvos.


Ya no lo recibas como a un esclavo, sino como algo mejor: como a un hermano querido. Él es muy especial para mí, pero mucho más para ti, como persona y como hermano en el Señor.


Les bastará ver la buena conducta y el respeto de sus esposas.