Efesios 5:25 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento) Esposos, amen a sus esposas, así como Cristo amó a la iglesia y dio su vida por ella. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella, Biblia Nueva Traducción Viviente Para los maridos, eso significa: ame cada uno a su esposa tal como Cristo amó a la iglesia. Él entregó su vida por ella Biblia Católica (Latinoamericana) Maridos, amen a sus esposas como Cristo amó a la Iglesia y se entregó a sí mismo por ella. La Biblia Textual 3a Edicion Los esposos:° Amad a las esposas° así como el Mesías amó a la iglesia y se entregó a sí mismo por ella, Biblia Serafín de Ausejo 1975 Maridos, amad a vuestras esposas, como también Cristo amó a la Iglesia y se entregó por ella, Biblia Reina Valera Gómez (2023) Maridos, amad a vuestras esposas, así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella; |
De igual manera, ustedes esposos, sean comprensivos con sus esposas. Cada uno debe tratar a su esposa con respeto, ya que como mujer es más delicada. Recuerden que a ambos les ha prometido Dios la vida eterna. Si hacen esto, Dios escuchará sus oraciones.
De igual modo, el esposo debe amar a su esposa como a su propio cuerpo. El que ama a su esposa se ama a sí mismo,
En todo caso, cada uno de ustedes debe amar a su esposa como se ama a sí mismo, y la esposa debe respetar a su esposo.
Amen a los demás así como Cristo nos amó y murió por nosotros. Su sacrificio fue para Dios como ofrenda de olor agradable.
Jesucristo dio su vida para que fuéramos perdonados por nuestros pecados. Así nos liberó de este mundo malvado. Esta fue la voluntad de nuestro Dios y Padre.
y a Jesucristo. Él es el que siempre dice la verdad, el primero en resucitar y el que gobierna sobre los reyes de la tierra. Él nos ama y al derramar su sangre nos ha librado de nuestros pecados.
Lo que yo era antes fue crucificado con Cristo, y ya no soy esa persona, sino que Cristo vive en mí. Ahora vivo en este cuerpo confiando en el Hijo de Dios, quien me amó y dio su vida por mí.
Y entonaban este nuevo cántico: «Digno eres de recibir el rollo y de romper sus sellos, porque fuiste sacrificado. Con tu sangre compraste para Dios gente de toda tribu, idioma, pueblo y nación.
Ni siquiera el Hijo del hombre vino para que le sirvieran, sino para servir y para dar su vida en rescate por muchos.
Cuiden de ustedes mismos y de todos aquellos que Dios ha salvado con su propia sangre. El Espíritu Santo los ha puesto a ustedes para cuidar de la iglesia. Así que ustedes son como pastores al cuidado de un rebaño de ovejas.
Yo soy el pan vivo que bajó del cielo. Si alguno come de este pan, vivirá para siempre. Este pan es mi carne, que daré para que el mundo viva.
que dio su vida para salvarnos a todos. Dios, a su debido tiempo, nos demostró que desea salvarnos.
Así como la iglesia obedece a Cristo, también las esposas deben obedecer a sus esposos en todo.