―Yo soy el camino, la verdad y la vida —le contestó Jesús—. Nadie llega al Padre sino por mí.
Efesios 3:12 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento) Gracias a él, por medio de la fe, disfrutamos de libertad y confianza para acercarnos a Dios. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 en quien tenemos seguridad y acceso con confianza por medio de la fe en él; Biblia Nueva Traducción Viviente Gracias a Cristo y a nuestra fe en él, podemos entrar en la presencia de Dios con toda libertad y confianza. Biblia Católica (Latinoamericana) En él ahora nos acercamos a Dios con plena confianza, con la fe que él nos ha dejado. La Biblia Textual 3a Edicion en el cual tenemos seguridad y derecho de entrada con confianza por la fe en Él. Biblia Serafín de Ausejo 1975 en el cual tenemos la confiada libertad y el acceso seguro por medio de la fe en él. Biblia Reina Valera Gómez (2023) en quien tenemos seguridad y acceso con confianza por medio de la fe de Él. |
―Yo soy el camino, la verdad y la vida —le contestó Jesús—. Nadie llega al Padre sino por mí.
Dios declara como justos a todos los que creen en Jesucristo. De hecho, Dios no hace diferencia,
También por medio de la fe en él, Jesucristo nos acerca al amor de Dios. Y ese amor es firme. Así que nos gozamos, porque tenemos la esperanza de compartir la gloria de Dios.
Pues gracias a lo que él hizo podemos acercarnos al Padre por medio de un mismo Espíritu.
Así que no pierdan la confianza, porque esta será grandemente recompensada.
Cristo, como Hijo de Dios, es obediente al guiar al pueblo de Dios que somos nosotros. Y continuaremos siendo su pueblo si nos mantenemos seguros y confiando con orgullo en nuestra salvación.
Porque Cristo murió para perdonar nuestros pecados una sola vez, y es suficiente. Él, que era justo, murió por nosotros, que éramos injustos. Así nos acercó a Dios. Él sufrió la muerte en su cuerpo, pero el Espíritu hizo que volviera a la vida.
Y ahora, queridos hijos en la fe, sigan confiando en Cristo. Así, cuando él regrese, podremos presentarnos ante él confiadamente. Estaremos seguros de no ser avergonzados cuando él venga.
Queridos hermanos en la fe, si la conciencia no nos acusa, nuestra confianza en Dios crece.