Vino el Hijo del hombre, que come y bebe, y dicen: “Este es un glotón y un borracho, amigo de cobradores de impuestos y de pecadores”. Pero, la sabiduría demuestra ser buena por sus resultados».
Efesios 2:2 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento) Vivían siguiendo el ejemplo de la gente de este mundo. Hacían todo lo que les indicaba el diablo, que es el espíritu que gobierna con poder en el aire. Es él quien gobierna sobre los que no obedecen a Dios. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 en los cuales anduvisteis en otro tiempo, siguiendo la corriente de este mundo, conforme al príncipe de la potestad del aire, el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia, Biblia Nueva Traducción Viviente Vivían en pecado, igual que el resto de la gente, obedeciendo al diablo —el líder de los poderes del mundo invisible—, quien es el espíritu que actúa en el corazón de los que se niegan a obedecer a Dios. Biblia Católica (Latinoamericana) Con ellos seguían la corriente de este mundo y al soberano que reina entre el cielo y la tierra, el espíritu que ahora está actuando en los corazones rebeldes. La Biblia Textual 3a Edicion en los cuales anduvisteis en otro tiempo, según el curso de este mundo, conforme al príncipe de la potestad del aire, del espíritu que ahora actúa en los hijos de desobediencia. Biblia Serafín de Ausejo 1975 en que vivisteis en el pasado siguiendo la corriente de este mundo, siguiendo al príncipe de la potestad del aire, al espíritu que actúa ahora entre los hijos de la rebeldía, Biblia Reina Valera Gómez (2023) en los cuales anduvisteis en otro tiempo, conforme a la corriente de este mundo, conforme al príncipe de la potestad del aire, el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia; |
Vino el Hijo del hombre, que come y bebe, y dicen: “Este es un glotón y un borracho, amigo de cobradores de impuestos y de pecadores”. Pero, la sabiduría demuestra ser buena por sus resultados».
El que recibió la semilla que cayó entre espinos es el que oye la palabra, pero las preocupaciones de esta vida y el engaño de las riquezas la ahogan. Por eso, la semilla no llega a dar fruto.
El campo es el mundo, y la buena semilla representa a los que pertenecen al reino. La mala hierba son los que pertenecen al maligno,
pero las preocupaciones de esta vida, el engaño de las riquezas y muchos otros malos deseos entran hasta ahogar la palabra. Por eso, las semillas no llegan a dar fruto.
»Pues bien, el patrón elogió al administrador deshonesto por haber actuado con astucia. Es que los de este mundo, en su trato con los que son como ellos, son más astutos que los que han recibido la luz de mi enseñanza.
»Simón, Simón, mira que Satanás ha pedido sacudirlos a ustedes como si fueran trigo.
El juicio de este mundo ha llegado ya. Y el príncipe de este mundo va a ser expulsado.
Llegó la hora de la cena. El diablo ya le había metido en la cabeza a Judas Iscariote, hijo de Simón, que traicionara a Jesús.
Tan pronto como Judas tomó el pan, Satanás entró en él. ―Lo que vas a hacer, hazlo pronto —le dijo Jesús.
Ya no hablaré más con ustedes, porque viene el príncipe de este mundo. Él no tiene ningún dominio sobre mí.
Si fueran del mundo, el mundo los amaría como a los suyos. Pero ustedes no son del mundo, sino que yo los he elegido de entre el mundo. Por eso el mundo los aborrece.
Y en cuanto al juicio, porque el príncipe de este mundo ya ha sido juzgado.
El mundo no tiene motivos para odiarlos a ustedes. Pero a mí me odia, porque yo le hago saber que sus obras son malas.
―Ustedes son de aquí abajo —continuó Jesús—; yo soy de allá arriba. Ustedes son de este mundo; yo no soy de este mundo.
Ustedes son de su padre, el diablo, cuyos deseos quieren cumplir. Desde el principio este ha sido un asesino. Nunca dice la verdad, porque no hay verdad en él. Cuando miente, expresa su propia naturaleza, porque es un mentiroso. ¡Es el padre de la mentira!
El secretario del concejo municipal logró calmar a la gente y dijo: ―Ciudadanos de Éfeso, ¿acaso no sabe todo el mundo que la ciudad de Éfeso es guardiana del templo de la gran Artemisa y de su estatua bajada del cielo?
―Ananías —le reclamó Pedro—, ¿cómo es posible que Satanás haya llenado tu corazón para que le mintieras al Espíritu Santo y te quedaras con parte del dinero que recibiste por el terreno?
No vivan como vive la gente de este mundo. Al contrario, cambien de manera de pensar y así cambiará su manera de vivir. Entonces podrán comprobar cuál es la voluntad de Dios y que esta es buena, agradable y perfecta.
Por supuesto, no me refería a gente de este mundo. En tal caso, tendrían ustedes que apartarse de los avaros, ladrones o idólatras de este mundo.
Y eso eran algunos de ustedes. Pero ya han sido perdonados por Dios, y él ahora los considera santos y justos. Y todo eso lo hizo gracias al Señor Jesucristo y por medio de su Espíritu. Dios los ha lavado de toda esa maldad.
El dios de este mundo ha impedido que los que no creen entiendan esto. Lo hace para que no entiendan cuán maravilloso es el mensaje de Cristo, quien nos muestra cómo es Dios.
Jesucristo dio su vida para que fuéramos perdonados por nuestros pecados. Así nos liberó de este mundo malvado. Esta fue la voluntad de nuestro Dios y Padre.
El sitio que está muy por encima de todo gobierno y autoridad, poder y dominio. Por encima de cualquier cosa que exista, no solo en este mundo, sino también en el venidero.
Los judíos los llaman a ustedes «los no circuncidados», pues no nacieron siendo judíos. Ellos se circuncidan entre ellos, y por eso se hacen llamar «los de la circuncisión».
Estaban lejos de Dios, pero ahora, gracias a la muerte de Cristo Jesús en la cruz, él los ha acercado.
En ese tiempo todos nosotros también vivíamos haciendo lo mismo. Nos dejábamos llevar por nuestros malos deseos, haciendo lo que queríamos y siguiendo nuestras propias ideas. Al igual que los demás, hacíamos enojar a Dios y merecíamos su castigo.
Así que les digo esto de parte del Señor: no vivan como la gente que no cree en Dios, pues esas personas no piensan correctamente.
Con respecto a la manera en que antes vivían, se les enseñó que ahora deben vivir diferente. Dejen esa vieja vida, porque los malos deseos los controlan con mentiras.
Que nadie los engañe con discursos tontos, porque por esas cosas castiga Dios a los que desobedecen.
Pues ustedes antes eran como gente viviendo en oscuridad, pero gracias al Señor ahora viven en la luz. Pórtense entonces como personas que caminan en la luz.
Porque nuestra lucha no es contra gente de esta tierra, sino contra fuerzas espirituales malignas que actúan en el reino espiritual. Luchamos contra gobernantes, autoridades y poderes que no son de este mundo y tienen dominio sobre las tinieblas.
En otro tiempo ustedes, por su actitud y sus malas acciones, estaban alejados de Dios y eran sus enemigos.
pues Demas me ha abandonado y se ha ido a Tesalónica. Se fue porque ama las cosas de este mundo. Crescente se ha ido a Galacia y Tito, a Dalmacia.
La religión pura y sin defecto delante de Dios el Padre es esta: ayudar a los huérfanos y a las viudas en sus dificultades. Y, además, no dejarse dominar por la maldad del mundo.
¡Ustedes no aman a Dios! ¿No saben que la amistad con el mundo es enemistad con Dios? Si alguien quiere ser amigo del mundo, se vuelve enemigo de Dios.
Cuando ustedes vivían en la ignorancia, se dejaban controlar por sus malos deseos. Pero ahora, como hijos obedientes, no deben vivir así.
Pues ya es tiempo de que dejen de comportarse como los que no creen en Dios. Antes vivían en vicios, siguiendo sus malos deseos, en borracheras, en fiestas sin control y adorando dioses falsos de manera terrible.
Con solo mirar a una mujer ya desean tener relaciones sexuales con ella, y nunca se cansan de pecar. Engañan a las personas que tienen una fe débil, y se la pasan deseando tener más y más dinero. ¡Merecen ser castigados por Dios!
En esto se reconocen los que son hijos de Dios y los que son hijos del diablo: el que no hace lo que es bueno ni ama a su hermano en la fe no es hijo de Dios.
El que vive pecando pertenece al diablo, porque el diablo ha estado pecando desde el principio. El Hijo de Dios fue enviado precisamente para destruir lo que hace el diablo.
Ustedes, queridos hijos en la fe, pertenecen a Dios y han vencido a esos falsos profetas. Y lo han hecho porque el Espíritu que está en ustedes es más poderoso que el enemigo que está en el mundo.
Sabemos que somos hijos de Dios y que el mundo entero está bajo el control del diablo.
porque todo el que es hijo de Dios vence la maldad del mundo. Todo el que confía en Cristo tiene la victoria sobre el pecado de este mundo.
Así fue expulsado del cielo el gran dragón, es decir, esa serpiente antigua que se llama Diablo y Satanás, y que engaña al mundo entero. El dragón y sus ángeles fueron lanzados a la tierra.
Así que se le permitió hacer estas cosas con la autoridad de la primera bestia. Con estas maravillas engañó a los habitantes de la tierra. Les ordenó que hicieran una imagen para adorar a la primera bestia, que seguía con vida, a pesar de haber sido herida a espada.
A la bestia la adorarán todos los habitantes de la tierra. Es decir, aquellos cuyos nombres no han sido escritos en el libro de la vida. Ese libro pertenece al Cordero que fue sacrificado desde la creación del mundo.
El séptimo ángel derramó su copa en el aire, y desde el trono del templo se escuchó una fuerte voz que decía: «¡Se acabó!».
Sujetó al dragón, aquella serpiente antigua que es el Diablo y Satanás. Y lo encadenó por mil años.