Él les respondió: ―A ustedes se les ha permitido conocer los secretos del reino de los cielos; pero a ellos, no.
Efesios 1:9 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento) él nos dio a conocer el plan que tenía en secreto. Plan que con gran bondad había decidido cumplir por medio de Cristo. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 dándonos a conocer el misterio de su voluntad, según su beneplácito, el cual se había propuesto en sí mismo, Biblia Nueva Traducción Viviente Ahora Dios nos ha dado a conocer su misteriosa voluntad respecto a Cristo, la cual es llevar a cabo su propio buen plan. Biblia Católica (Latinoamericana) que se derramó sobre nosotros.
Ahora nos ha dado a conocer,
mediante dones de sabiduría e inteligencia,
este proyecto misterioso suyo,
fruto de su absoluta complacencia en Cristo. La Biblia Textual 3a Edicion dándonos a conocer el misterio de su voluntad, según su complacencia, que se propuso en sí mismo, Biblia Serafín de Ausejo 1975 dándonos a conocer el misterio de su voluntad, según el benévolo designio que se había formado de antemano Biblia Reina Valera Gómez (2023) dándonos a conocer el misterio de su voluntad, según su beneplácito, el cual se había propuesto en sí mismo; |
Él les respondió: ―A ustedes se les ha permitido conocer los secretos del reino de los cielos; pero a ellos, no.
»No tengan miedo, mi rebaño pequeño, porque es la buena voluntad del Padre darles el reino.
«Gloria a Dios en las alturas, y en la tierra paz a los que gozan de su buena voluntad».
Al oír esto, los que no eran judíos se alegraron y alabaron el mensaje del Señor. Y todos los que estaban destinados a la vida eterna creyeron.
Jesús fue entregado según el determinado propósito y el previo conocimiento de Dios. Y, por medio de gente malvada, ustedes lo mataron, clavándolo en la cruz.
Así hicieron lo que de antemano tu poder y tu voluntad habían determinado que sucediera.
Hermanos en la fe, quiero que entiendan este misterio, para que no se vuelvan orgullosos. Una parte del pueblo de Israel no quiere creer, y así seguirá hasta que todos los no judíos que crean pasen a formar parte del pueblo de Dios.
Ahora bien, sabemos que Dios prepara todas las cosas para el bien de quienes lo aman, los cuales Dios ha llamado de acuerdo con su propósito.
Dios es sabio, y por eso no quiso que el mundo lo conociera mediante la sabiduría humana. En cambio, decidió salvar a los que creen, por medio de la predicación de un mensaje que parece locura.
No la recibí ni la aprendí de ninguna persona, sino que Jesucristo me la reveló.
Sin embargo, Dios me amó mucho, sin que yo lo mereciera, y me apartó desde el vientre de mi madre. Él me llamó para que le sirviera. Y, cuando consideró que era el momento oportuno,
me reveló a su Hijo para que yo hablara de él entre los no judíos. Cuando él me llamó no le pedí a nadie su opinión.
Gracias a Cristo, ahora pertenecemos a Dios, y se nos dio el derecho de recibir su herencia. Fuimos elegidos desde un principio, porque Dios lo había planeado y él siempre hace lo que se propone.
Así lo había decidido desde el principio, y lo cumplió por medio de Cristo Jesús nuestro Señor.
No hay duda de que son grandes las verdades de nuestra fe: Cristo se presentó como hombre; fue declarado justo por el Espíritu, visto por los ángeles, y anunciado entre las naciones. El mundo ha creído en él, y Dios lo recibió con gloria.
Pues Dios nos salvó y nos llamó a una vida santa. Esa vida no la obtenemos por medio de nuestras propias acciones. Ha sido Dios quien decidió amarnos aunque no lo merecíamos, y nos dio esa vida. Decidió amarnos así por medio de Cristo Jesús aun antes de crear el universo.