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Efesios 1:11 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

Gracias a Cristo, ahora pertenecemos a Dios, y se nos dio el derecho de recibir su herencia. Fuimos elegidos desde un principio, porque Dios lo había planeado y él siempre hace lo que se propone.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

En él asimismo tuvimos herencia, habiendo sido predestinados conforme al propósito del que hace todas las cosas según el designio de su voluntad,

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Es más, dado que estamos unidos a Cristo, hemos recibido una herencia de parte de Dios, porque él nos eligió de antemano y hace que todas las cosas resulten de acuerdo con su plan.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

En Cristo fuimos elegidos nosotros: Aquel que dispone de todas las cosas y las somete a su voluntad decidió que fuéramos pueblo suyo

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La Biblia Textual 3a Edicion

en quien también fuimos hechos herederos, habiendo sido predestinados conforme al propósito del que hace todas las cosas según el designio de su voluntad,

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

En él mismo hemos sido también agraciados con la herencia, predestinados -según el previo decreto del que lo impulsa todo conforme a la decisión de su voluntad-

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

En quien también obtuvimos herencia, habiendo sido predestinados conforme al propósito de Aquél que hace todas las cosas según el consejo de su voluntad;

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Otras versiones



Efesios 1:11
40 Referencias Cruzadas  

Al oír esto, los que no eran judíos se alegraron y alabaron el mensaje del Señor. Y todos los que estaban destinados a la vida eterna creyeron.


Jesús fue entregado según el determinado propósito y el previo conocimiento de Dios. Y, por medio de gente malvada, ustedes lo mataron, clavándolo en la cruz.


Pues sin dudar les he anunciado cuál es toda la voluntad de Dios.


»Ahora le pido a Dios que cuide de todos ustedes, y ruego que ustedes sigan confiando en el mensaje de su inmerecido amor. Ese mensaje de amor tiene poder para ayudarlos a crecer espiritualmente. Y, si lo aceptan, recibirán las promesas hechas a su pueblo santo.


para que les hables. Así abrirán los ojos y verán lo malo que hacen. Será como si pasaran de la oscuridad a la luz y del poder de Satanás al poder de Dios. De ese modo, al creer en mí, recibirán el perdón de los pecados y serán parte del pueblo de Dios”.


Así hicieron lo que de antemano tu poder y tu voluntad habían determinado que sucediera.


«¿Quién ha conocido los pensamientos del Señor, o quién ha sido su consejero?».


Y, si somos hijos, somos herederos de Dios. Herederos junto con Cristo, pues, si ahora sufrimos como él sufrió, también compartiremos su gloria.


Ahora bien, sabemos que Dios prepara todas las cosas para el bien de quienes lo aman, los cuales Dios ha llamado de acuerdo con su propósito.


Pues Dios ya sabía desde un principio a quienes iba a elegir para ser transformados en personas semejantes a su Hijo. Por eso su Hijo es el mayor de muchos hermanos.


A los que eligió, también los llamó. A los que llamó, también los declaró justos. A los que declaró justos, también les compartió su gloria.


Sin embargo, Dios eligió solo a uno de los mellizos. Y lo eligió antes de que naciera, antes de que los mellizos hicieran algo bueno o malo. De esta manera Dios confirmó que él elige a quien él quiere, de acuerdo a su propósito.


Si lo que Dios nos ha dado lo recibiéramos por obedecer la Ley, entonces no sería por cumplir una promesa. Pero Dios se lo prometió a Abraham sin pedir nada a cambio.


El Espíritu Santo garantiza que recibiremos lo que Dios prometió cuando llegue nuestra liberación final. La liberación del pueblo adquirido por Dios. Y así todos alabarán su glorioso poder.


Ustedes han sido llamados por Dios a confiar en sus promesas. Por eso también le pido a Dios que los ayude a comprender con claridad en quién han confiado. Que puedan ver la maravillosa herencia que recibirán con el pueblo de Dios.


y desde un principio había decidido adoptarnos como hijos suyos por medio de Jesucristo. Lo quiso hacer para mostrarnos su gran bondad,


pero Dios nos lo dio en abundancia. Con toda su sabiduría y entendimiento,


él nos dio a conocer el plan que tenía en secreto. Plan que con gran bondad había decidido cumplir por medio de Cristo.


Así lo había decidido desde el principio, y lo cumplió por medio de Cristo Jesús nuestro Señor.


Entonces darán gracias con alegría al Padre, pues él ha hecho posible que ustedes reciban la herencia prometida a los creyentes en su reino de luz.


Recuerden que el Señor los recompensará, pues les dará lo que ha prometido a su pueblo. Ustedes sirven a Cristo el Señor.


Él se entregó a la muerte por nosotros, para rescatarnos de toda maldad y limpiarnos de pecado y tener así un pueblo elegido, dedicado a hacer el bien.


Así lo hizo para que, siendo declarados justos por medio de su amor inmerecido, llegáramos a tener la confianza de recibir la vida eterna.


También Dios quiso demostrarles claramente a los que recibirán la promesa que su propósito no cambia. Por eso, la confirmó con un juramento.


Escuchen, mis queridos hermanos en la fe: Recuerden que Dios ha elegido a los pobres de este mundo, para hacerlos ricos en fe y herederos del reino que prometió a los que lo aman.


Así que Dios nos dará algo que no se destruye ni se mancha ni se envejece. Ese regalo está reservado para ustedes en el cielo.


Si alguien los trata mal, no busquen venganza y, si los insultan, no respondan con otro insulto. Al contrario, bendigan a esa persona, pues ustedes fueron llamados para recibir la bendición de Dios.