El sol, cuando sale, seca la planta con su fuerte calor. A esta se le cae la flor, y pierde su belleza. Así también desaparecerá el rico junto con sus empresas.
Apocalipsis 8:7 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento) El primer ángel tocó su trompeta. Entonces fueron echados sobre la tierra granizo y fuego mezclados con sangre. Y se quemó la tercera parte de la tierra, la tercera parte de los árboles y toda la hierba verde. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 El primer ángel tocó la trompeta, y hubo granizo y fuego mezclados con sangre, que fueron lanzados sobre la tierra; y la tercera parte de los árboles se quemó, y se quemó toda la hierba verde. Biblia Nueva Traducción Viviente El primer ángel tocó su trompeta, y granizo y fuego mezclados con sangre fueron lanzados sobre la tierra. Se incendió la tercera parte de la tierra, y se quemó la tercera parte de los árboles y toda la hierba verde. Biblia Católica (Latinoamericana) Tocó el primero, y se produjo granizo y fuego mezclado con sangre, que fueron lanzados sobre la tierra: se quemó la tercera parte de la tierra, la tercera parte de los árboles ardió y toda la hierba verde se abrasó. La Biblia Textual 3a Edicion El primero tocó la trompeta, y hubo granizo y fuego° mezclados con sangre, y fueron lanzados a la tierra; y la tercera parte de la tierra fue quemada, y la tercera parte de los árboles fue quemada, y toda hierba verde fue quemada. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Tocó el primero. Hubo granizada y fuego mezclado con sangre, que fueron arrojados sobre la tierra y quedó abrasada la tercera parte de la tierra; abrasada la tercera parte de los árboles, abrasada toda la hierba verde. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y el primer ángel tocó la trompeta, y hubo granizo y fuego mezclados con sangre, y fueron arrojados sobre la tierra; y la tercera parte de los árboles fue quemada, y toda la hierba verde fue quemada. |
El sol, cuando sale, seca la planta con su fuerte calor. A esta se le cae la flor, y pierde su belleza. Así también desaparecerá el rico junto con sus empresas.
Pues las Escrituras dicen: «Toda persona es como la hierba, y toda su gloria es como la flor del campo. La hierba se seca y la flor se cae,
Con la cola arrastró la tercera parte de las estrellas del cielo y las arrojó sobre la tierra. La mujer estaba ya a punto de tener a su hijo. Entonces el dragón se plantó delante de ella para comerse a su hijo tan pronto naciera.
El primer ángel fue y derramó su copa sobre la tierra. Entonces a todos los que tenían la marca de la bestia y que adoraban su imagen les salió una llaga maligna y repugnante.
Del cielo cayeron sobre la gente enormes granizos, de casi cuarenta kilos cada uno. La gente maldecía a Dios por ese terrible castigo.
Miré, ¡y apareció un caballo amarillento! El jinete se llamaba Muerte, y el representante del infierno lo seguía de cerca. Y se les otorgó poder sobre la cuarta parte de la tierra. Podían matar por medio de la espada, el hambre, las epidemias y los animales salvajes de la tierra.
Después de esto vi a cuatro ángeles en los cuatro puntos cardinales de la tierra. Estaban allí de pie, deteniendo los cuatro vientos para que estos no se desataran sobre la tierra, el mar y los árboles.
Esos cuatro ángeles habían sido preparados precisamente para esa hora, ese día, mes y año. Así que quedaron sueltos para matar a la tercera parte de la humanidad.
La tercera parte de la humanidad murió a causa de estos tres castigos: el fuego, el humo y el azufre que salían de la boca de los caballos.
Se les ordenó que no dañaran la hierba de la tierra, ni ninguna planta ni ningún árbol. Tan solo podían hacer daño a las personas que no llevaran en la frente el sello de Dios.