Cuando llegó la hora de quemar el incienso, la gente reunida afuera estaba orando.
Apocalipsis 8:4 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento) El humo del incienso subió hasta la presencia de Dios. Subió desde la mano del ángel, junto con las oraciones de los creyentes. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Y de la mano del ángel subió a la presencia de Dios el humo del incienso con las oraciones de los santos. Biblia Nueva Traducción Viviente El humo del incienso, mezclado con las oraciones del pueblo santo de Dios, subió hasta la presencia de Dios desde el altar donde el ángel lo había derramado. Biblia Católica (Latinoamericana) Y la nube de perfumes, con las oraciones de los santos, se elevó de las manos del ángel hasta la presencia de Dios. La Biblia Textual 3a Edicion Y el humo del incienso ascendió de mano del ángel, con las oraciones de los santos, a la presencia de Dios. Biblia Serafín de Ausejo 1975 El humo del incienso, junto con las oraciones del pueblo santo, subió de la mano del ángel hasta la presencia de Dios. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y el humo del incienso subió de la mano del ángel delante de Dios con las oraciones de los santos. |
Cuando llegó la hora de quemar el incienso, la gente reunida afuera estaba orando.
―¿Qué quieres, Señor? —le preguntó Cornelio, mirándolo fijamente y con mucho miedo. ―Dios ha escuchado tus oraciones y ha visto cómo ayudas a los pobres —le contestó el ángel—.
El templo se llenó del humo que salía de la gloria y del poder de Dios. Nadie podía entrar allí hasta que se terminaran los siete castigos de los siete ángeles.
Se acercó otro ángel y se puso de pie frente al altar. Tenía un tazón de oro para quemar incienso, y se le entregó mucho incienso. Debía ofrecerlo junto con las oraciones de todos los creyentes. Y tenía que hacerlo sobre el altar de oro que está delante del trono.