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Apocalipsis 8:13 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

Seguí observando, y oí un águila que volaba en medio del cielo y gritaba fuertemente: «¡Ay! ¡Ay! ¡Ay de los habitantes de la tierra cuando suenen las tres últimas trompetas! ¡Ya los últimos tres ángeles están a punto de tocarlas!».

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

Y miré, y oí a un ángel volar por en medio del cielo, diciendo a gran voz: ¡Ay, ay, ay, de los que moran en la tierra, a causa de los otros toques de trompeta que están para sonar los tres ángeles!

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Entonces miré, y oí la voz de un águila que cruzaba los cielos gritando fuerte: «¡Terror, terror, terror para todos los habitantes de este mundo por lo que vendrá cuando los últimos tres ángeles toquen sus trompetas!».

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Y mi visión continuó: oí a un águila que volaba por lo más alto del cielo y que decía con voz potente: '¡Ay, ay, ay de los habitantes de la tierra cuando resuene el sonido de las trompetas que los tres últimos ángeles van a tocar!'

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La Biblia Textual 3a Edicion

Y vi, y oí un águila° volando en medio° del cielo, que decía a gran voz: ¡Ay! ¡Ay! ¡Ay de los que moran en la tierra, por causa de las otras voces de la trompeta de los tres ángeles que están a punto de tocar!

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Miré y oí que un águila que volaba en lo más alto del cielo decía con gran voz: '¡Ay, ay, ay de los que habitan sobre la tierra, por causa de los demás toques de trompeta de los tres ángeles que están a punto de tocarla!'.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y miré, y oí un ángel volar por medio del cielo, diciendo en alta voz: ¡Ay, ay, ay de los que moran en la tierra! A causa de los otros sonidos de trompeta de los tres ángeles que están por tocar.

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Otras versiones



Apocalipsis 8:13
12 Referencias Cruzadas  

Pues todos los ángeles son solo espíritus que sirven a Dios. Él los envía para ayudar a los que han de ser salvos.


El segundo ¡ay! ya pasó, pero se acerca el tercero.


Por eso, ¡alégrense, cielos! ¡Alégrense los que allí viven! Pero ¡ay de la tierra y del mar! El diablo ha bajado con furia hasta ustedes, porque sabe que le queda poco tiempo».


Y cantaban un himno nuevo delante del trono y delante de los cuatro seres vivientes y de los líderes. Solo los ciento cuarenta y cuatro mil podían aprender aquel himno. Solo ellos, que habían sido salvados de la tierra, podían aprenderlo. ¡Nadie más podía aprender ese himno!


Luego vi a otro ángel que volaba en medio del cielo. Llevaba el mensaje de la buena noticia, que anunciaba salvación eterna a los que viven en la tierra; es decir, para la gente de toda nación, tribu, idioma y pueblo.


Luego vi a un ángel que, parado sobre el sol, con fuerte voz decía a todas las aves que vuelan en medio del cielo: «Vengan, reúnanse para la gran cena de Dios.


Tú has obedecido mi mandato de confiar hasta el final. Por eso, yo te protegeré cuando llegue la hora de prueba que vendrá sobre el mundo entero. De esta manera serán probados los que viven en la tierra.


Y vi a los siete ángeles de pie delante de Dios. Entonces, les dieron siete trompetas.


El quinto ángel tocó su trompeta. Vi que una estrella había caído del cielo a la tierra. A esta estrella se le entregó la llave del pozo del abismo.


El primer ¡ay! ya pasó, pero vienen todavía otros dos.