Apocalipsis 7:10 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento) Gritaban a gran voz: «¡La salvación viene de nuestro Dios, que está sentado en el trono, y del Cordero!». Más versionesBiblia Reina Valera 1960 y clamaban a gran voz, diciendo: La salvación pertenece a nuestro Dios que está sentado en el trono, y al Cordero. Biblia Nueva Traducción Viviente Y gritaban con gran estruendo: «¡La salvación viene de nuestro Dios que está sentado en el trono y del Cordero!». Biblia Católica (Latinoamericana) y gritaban con voz poderosa:
'¿Quién salva fuera de nuestro Dios, que se sienta en el trono, y del Cordero?' La Biblia Textual 3a Edicion Y claman a gran voz, diciendo: ¡Atribúyase° la salvación a nuestro Dios que está sentado en el trono, y al Cordero! Biblia Serafín de Ausejo 1975 Y gritan con gran voz, diciendo: 'La salvación se debe a nuestro Dios, al que está sentado en el trono, y al Cordero'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) y aclamaban en alta voz, diciendo: Salvación a nuestro Dios que está sentado sobre el trono, y al Cordero. |
Al día siguiente, Juan vio a Jesús que se acercaba a él, y dijo: «¡Aquí tienen al Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo!
Ahora ustedes adoran lo que no conocen. Nosotros adoramos lo que conocemos, porque la salvación proviene de los judíos.
No merecíamos el amor que nos ha salvado por medio de la fe en Cristo. No es algo que nosotros hubiéramos logrado hacer; ¡es un regalo de Dios!
Luego oí en el cielo una fuerte voz que decía: «Nuestro Dios ha mostrado su poder para salvarnos, y su reino ha llegado. Cristo, su elegido, ha llegado con autoridad. Porque ha sido expulsado el acusador de nuestros hermanos en la fe. Este los acusaba día y noche delante de nuestro Dios.
Después de esto oí que en el cielo una inmensa cantidad de personas decían con fuerte voz: «¡Aleluya! La salvación, la gloria y el poder son de nuestro Dios,
El que estaba sentado en el trono dijo: «¡Yo hago nuevas todas las cosas!». Y añadió: «Escribe, porque estas palabras son verdaderas y dignas de confianza».
Allí nadie estará bajo maldición. El trono de Dios y del Cordero estará en la ciudad. Sus servidores lo adorarán;
También había algo parecido a un mar, transparente como el cristal. En el centro, rodeando el trono, había cuatro seres vivientes. Estos estaban llenos de ojos por delante y por detrás.
El Cordero se acercó y recibió el rollo de la mano derecha del que estaba sentado en el trono.