Se levantará nación contra nación, y reino contra reino. Habrá hambre y terremotos en diferentes lugares.
Apocalipsis 6:5 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento) Cuando el Cordero rompió el tercer sello, oí al tercero de los seres vivientes, que decía: «¡Ven!». Miré, ¡y apareció un caballo negro! El jinete tenía una balanza en la mano. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Cuando abrió el tercer sello, oí al tercer ser viviente, que decía: Ven y mira. Y miré, y he aquí un caballo negro; y el que lo montaba tenía una balanza en la mano. Biblia Nueva Traducción Viviente Cuando el Cordero rompió el tercer sello, oí que el tercer ser viviente decía: «¡Ven!». Levanté la vista y vi un caballo negro, y el jinete llevaba una balanza en la mano. Biblia Católica (Latinoamericana) Cuando abrió el tercer sello, oí gritar al tercer Ser Viviente: 'Ven. Esta vez el caballo era negro; el que lo montaba tenía una balanza en la mano. La Biblia Textual 3a Edicion Cuando abrió el tercer sello, oí al tercer ser viviente, que decía: ¡Sal! Y miré, y he aquí un caballo negro, y el que lo montaba tenía una balanza en su mano. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Cuando abrió el tercer sello, oí al tercer ser viviente que decía: 'Ven'. Miré y apareció un caballo negro; su jinete tenía una balanza en la mano. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y cuando abrió el tercer sello, oí al tercer ser viviente, que decía: Ven y mira. Y miré, y he aquí un caballo negro; y el que estaba sentado sobre él tenía una balanza en su mano. |
Se levantará nación contra nación, y reino contra reino. Habrá hambre y terremotos en diferentes lugares.
Entonces uno de los líderes me dijo: «¡Deja de llorar! ¡El león de la tribu de Judá, el heredero al trono de David, ha vencido! Él sí puede abrir el rollo y romper sus siete sellos».
Y entonaban este nuevo cántico: «Digno eres de recibir el rollo y de romper sus sellos, porque fuiste sacrificado. Con tu sangre compraste para Dios gente de toda tribu, idioma, pueblo y nación.
Vi cuando el Cordero rompió el primero de los siete sellos. Entonces oí a uno de los cuatro seres vivientes, que decía con una voz fuerte como de trueno: «¡Ven!».