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Apocalipsis 3:1 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

»Escribe al ángel de la iglesia de Sardis: El que tiene los siete espíritus de Dios y las siete estrellas dice esto: Conozco todo lo que haces. Pareces estar vivo, pero en realidad para Dios estás muerto.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

Escribe al ángel de la iglesia en Sardis: El que tiene los siete espíritus de Dios, y las siete estrellas, dice esto: Yo conozco tus obras, que tienes nombre de que vives, y estás muerto.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

»Escribe esta carta al ángel de la iglesia de Sardis. Este es el mensaje de aquel que tiene el Espíritu de Dios de siete aspectos y las siete estrellas: »Yo sé todo lo que haces y que tienes la fama de estar vivo, pero estás muerto.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Escribe al ángel de la Iglesia de Sardes: Así habla el que tiene los siete espíritus de Dios y las siete estrellas: Conozco tus obras; te creen vivo, pero estás muerto.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Escribe al ángel de la iglesia en Sardis. Esto dice el que tiene los siete espíritus de Dios y las siete estrellas: Sé tus obras, que tienes reputación de que vives, pero estás muerto.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Al ángel de la Iglesia de Sardes escribe: 'Esto dice el que tiene los siete espíritus de Dios y las siete estrellas: 'Conozco tus obras. Se dice que vives, pero estás muerto.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y escribe al ángel de la iglesia en SARDIS: El que tiene los siete Espíritus de Dios, y las siete estrellas, dice estas cosas: Yo conozco tus obras, que tienes nombre de que vives, y estás muerto.

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Otras versiones



Apocalipsis 3:1
30 Referencias Cruzadas  

Porque este hijo mío estaba como muerto, pero ahora ha vuelto a la vida. Se había perdido, pero ya lo hemos encontrado”. Así que empezaron a hacer fiesta.


Pero teníamos que hacer fiesta y alegrarnos, porque este hermano tuyo estaba como muerto, pero ahora ha vuelto a la vida. Se había perdido, pero ya lo hemos encontrado”».


De su abundancia todos hemos recibido grandes bondades.


Yo mismo no lo conocía, pero el que me envió a bautizar con agua me dijo: “Aquel sobre quien veas que el Espíritu baja y permanece es el que bautiza con el Espíritu Santo”.


Acto seguido, sopló sobre ellos y les dijo: ―Reciban el Espíritu Santo.


El enviado de Dios comunica el mensaje de Dios, pues él mismo le da su Espíritu sin medida.


Dios, con su poder, le dio un sitio de honor. Y él, habiendo recibido del Padre el Espíritu Santo prometido, nos lo ha dado a nosotros. Esto es lo que ustedes ahora ven y oyen.


Para Dios ustedes estaban muertos, pues vivían haciendo el mal y pecando.


que nos dio vida por medio de Cristo. Aun cuando estábamos muertos para Dios por causa de nuestros pecados, él nos dio vida. ¡No merecíamos este amor por el cual somos salvados!


Antes de recibir esa circuncisión espiritual, Dios los consideraba muertos, pues vivían pecando. Sin embargo, por medio de su unión con Cristo, Dios les perdonó todos los pecados y les dio vida.


En cambio, la viuda que solo piensa en el placer ya está muerta en vida.


Pues, así como el cuerpo sin el espíritu está muerto, también la fe sin acciones está muerta.


Querían descubrir a qué tiempo y a cuáles circunstancias se refería el Espíritu de Cristo. Ya desde antes, el Espíritu que estaba en ellos anunció que Cristo sufriría mucho, pero que después tendría gran gloria.


Estos malvados de quienes hablo son un peligro oculto: sin ningún respeto a Dios convierten en fiestas del mundo las comidas de amor fraternal que ustedes celebran en la iglesia. Buscan solo su propio provecho. Son como nubes sin agua que arrastra el viento. Son como árboles que no dan fruto cuando debieran darlo; árboles que están tan muertos que son arrancados de raíz.


y me decía: «Escribe en un libro lo que veas y envíalo a las siete iglesias: a Éfeso, a Esmirna, a Pérgamo, a Tiatira, a Sardis, a Filadelfia y a Laodicea».


En su mano derecha tenía siete estrellas. De su boca salía una aguda espada de dos filos. Su rostro era como el sol cuando brilla en todo su esplendor.


Esta es la explicación del significado secreto de las siete estrellas que viste en mi mano derecha y de los siete candelabros de oro: las siete estrellas son los ángeles de las siete iglesias. Los siete candelabros son las siete iglesias.


Los saluda Juan. Escribo este libro a las siete iglesias que están en la provincia de Asia. Le pido a Dios, quien es, era y vendrá, que los llene de su amor inmerecido y de su paz. Lo mismo pido a los siete espíritus que están delante de su trono


Sé que vives allí donde Satanás tiene su trono. Sin embargo, sigues confiando en mí. No has abandonado tu fe en mí. Ni siquiera lo hiciste cuando mataron a Antípas, quien fielmente hablaba de mí. A él lo mataron en esa ciudad donde vive Satanás.


Conozco todo lo que haces, tu amor y tu fe. Sé muy bien que continúas sirviéndome a pesar de las dificultades. Sé que haces cosas buenas por los demás y que ahora haces mucho más que antes.


Conozco todo lo que haces, tu duro trabajo y cómo has permanecido fiel en medio del sufrimiento. Sé que no puedes soportar a los malvados. Sé que has examinado a los que dicen ser apóstoles, pero no lo son; y has descubierto que son falsos.


Conozco tus sufrimientos y tu pobreza. ¡Sin embargo, eres rico espiritualmente! Sé qué algunos de los que dicen ser judíos hablan mal de ti, pero ellos no son judíos. En realidad, esos no son más que un grupo controlado por Satanás.


Conozco todo lo que haces. No eres frío ni caliente. ¡Ojalá fueras una cosa o la otra!


¡Despierta! Fortalece lo que aún no se ha muerto del todo. Pues no he visto que obedeces a mi Dios.


Conozco todo lo que haces. Mira, delante de ti he dejado abierta una puerta que nadie puede cerrar. Ya sé que tus fuerzas son pocas. Pero has obedecido mi mensaje y no has negado que me conoces.


Del trono salían relámpagos, estruendos y truenos. Delante del trono ardían siete antorchas de fuego, que son los siete espíritus de Dios.


Entonces vi a un Cordero que estaba de pie y parecía haber sido sacrificado. Estaba en medio de los cuatro seres vivientes y del trono y de los líderes. Tenía siete cuernos y siete ojos, que son los siete espíritus de Dios enviados por toda la tierra.