«El Espíritu del Señor está sobre mí. Me ha ungido para anunciar buenas noticias a los pobres. Me ha enviado a anunciar libertad a los cautivos y dar vista a los ciegos. Me ha enviado a poner en libertad a los oprimidos,
Apocalipsis 22:2 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento) Corría por el centro de la calle principal de la ciudad. A cada lado del río estaba el árbol de la vida. El árbol produce doce cosechas al año, una por mes; y las hojas del árbol son para la salud de las naciones. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 En medio de la calle de la ciudad, y a uno y otro lado del río, estaba el árbol de la vida, que produce doce frutos, dando cada mes su fruto; y las hojas del árbol eran para la sanidad de las naciones. Biblia Nueva Traducción Viviente Fluía por el centro de la calle principal. A cada lado del río crecía el árbol de la vida, el cual produce doce cosechas de fruto, y una cosecha nueva cada mes. Las hojas se usaban como medicina para sanar a las naciones. Biblia Católica (Latinoamericana) En medio de la ciudad, a uno y otro lado del río, hay árboles de la vida, que dan fruto doce veces, una vez cada mes, y sus hojas sirven de medicina para las naciones. La Biblia Textual 3a Edicion En medio de su calle,° a uno y otro lado del río, estaba el árbol de vida,° que produce° doce frutos, dando su fruto según cada mes, y las hojas del árbol son para sanidad de las naciones. Biblia Serafín de Ausejo 1975 En medio de la plaza y a uno y otro lado del río hay un árbol de vida que da doce frutos, uno cada mes. Las hojas del árbol sirven para curar a las naciones. Biblia Reina Valera Gómez (2023) En el medio de la calle de ella, y de uno y de otro lado del río, estaba el árbol de la vida, que lleva doce frutos, dando cada mes su fruto; y las hojas del árbol eran para la sanidad de las naciones. |
«El Espíritu del Señor está sobre mí. Me ha ungido para anunciar buenas noticias a los pobres. Me ha enviado a anunciar libertad a los cautivos y dar vista a los ciegos. Me ha enviado a poner en libertad a los oprimidos,
Cristo aceptó como suyos nuestros pecados, y así fue a morir en la cruz. Lo hizo para que dejáramos de pecar y viviéramos para hacer el bien. Él fue herido como castigo, para que ustedes fueran sanados.
El que tenga oídos, que oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. Al vencedor le daré derecho a comer del árbol de la vida. Este árbol está en el paraíso de Dios.
Las doce puertas eran doce perlas, y cada puerta estaba hecha de una sola perla. La calle principal de la ciudad era de oro puro y brillaba como cristal transparente.
Las naciones caminarán a la luz de la ciudad. Y los reyes de la tierra le entregarán sus riquezas.
Luego el ángel me mostró un río claro como el cristal, cuyas aguas dan vida. Este río salía del trono de Dios y del Cordero.
»Dichosos los que dejan de vivir en pecado, pues tendrán derecho al árbol de la vida. Ellos podrán entrar por las puertas de la ciudad.
Y que nadie le quite nada al mensaje de este libro de profecía. Al que lo haga, Dios le quitará su parte del árbol de la vida y de la ciudad santa, que se mencionan en este libro.