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Apocalipsis 22:14 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

»Dichosos los que dejan de vivir en pecado, pues tendrán derecho al árbol de la vida. Ellos podrán entrar por las puertas de la ciudad.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

Bienaventurados los que lavan sus ropas, para tener derecho al árbol de la vida, y para entrar por las puertas en la ciudad.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Benditos son los que lavan sus ropas. A ellos se les permitirá entrar por las puertas de la ciudad y comer del fruto del árbol de la vida.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Felices los que lavan sus ropas, porque así tendrán acceso al árbol de la vida y se les abrirán las puertas de la ciudad.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Bienaventurados los que lavan sus ropas, para tener derecho° al árbol de la vida,° y entrar en la ciudad por las puertas.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Dichosos los que lavan sus túnicas; así dispondrán del árbol de la vida y podrán entrar por las puertas de la ciudad.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Bienaventurados los que guardan sus mandamientos, para tener derecho al árbol de la vida, y poder entrar por las puertas en la ciudad.

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Otras versiones



Apocalipsis 22:14
31 Referencias Cruzadas  

Por eso, volvió a decirles: «Les aseguro que yo soy la puerta de las ovejas.


Yo soy la puerta. El que entre por esta puerta, que soy yo, será salvo. Se moverá con entera libertad y hallará pastos.


»Si ustedes me aman, obedecerán mis mandamientos.


―Yo soy el camino, la verdad y la vida —le contestó Jesús—. Nadie llega al Padre sino por mí.


¿Acaso eres tú superior a nuestro antepasado Jacob, que nos dejó este pozo, del cual bebieron él, sus hijos y su ganado?


Para nada cuenta estar o no estar circuncidado. Lo que importa es cumplir los mandatos de Dios.


Sin embargo, tengan cuidado. Pues su libertad podría hacer que los que tienen un conocimiento débil de la fe dejen de creer.


¿No tenemos derecho a viajar acompañados por una esposa creyente? ¿Acaso no es eso lo que hacen los demás apóstoles, los hermanos del Señor y Pedro?


Gracias a lo que Cristo Jesús hizo por nosotros, ya no importa si estamos o no circuncidados. Lo que importa es creer en Cristo y que esa fe nos lleve a amar a los demás.


Todo el que confía en que Cristo así lo hará deja de vivir pecando, porque Cristo no tiene pecado.


En esto consiste el amor a Dios: en que obedezcamos sus mandamientos. Y estos no son difíciles de cumplir,


El que tenga oídos, que oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. Al vencedor le daré derecho a comer del árbol de la vida. Este árbol está en el paraíso de Dios.


Tenía una muralla grande y alta, y doce puertas. En cada puerta había un ángel, y en cada una estaban escritos los nombres de las doce tribus de Israel.


Nunca entrará en ella algo malo, ni entrarán los idólatras ni los mentirosos. Tan solo entrarán aquellos que tienen su nombre escrito en el libro de la vida, el libro del Cordero.


Corría por el centro de la calle principal de la ciudad. A cada lado del río estaba el árbol de la vida. El árbol produce doce cosechas al año, una por mes; y las hojas del árbol son para la salud de las naciones.


Y Jesús dice: «¡Miren que vengo pronto! Dichoso el que acepta las palabras del mensaje profético de este libro».


―Eso usted lo sabe, mi señor —respondí. Él me dijo: ―Son los que pasaron por el gran tiempo de sufrimiento. Esta gente ha sido perdonada de sus pecados por medio del derramamiento de la sangre del Cordero.