Apocalipsis 20:14 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento) La muerte y su reino fueron echados al lago de fuego. Este lago de fuego representa la muerte segunda, que es la separación de Dios para siempre. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Y la muerte y el Hades fueron lanzados al lago de fuego. Esta es la muerte segunda. Biblia Nueva Traducción Viviente Entonces la muerte y la tumba fueron lanzadas al lago de fuego. Este lago de fuego es la segunda muerte. Biblia Católica (Latinoamericana) Después la Muerte y el Lugar de los muertos fueron arrojados al lago de fuego: este lago de fuego es la segunda muerte. La Biblia Textual 3a Edicion Y la Muerte y el Hades fueron arrojados al lago de fuego. Ésta es la muerte segunda: El lago de fuego. Biblia Serafín de Ausejo 1975 La muerte y el Hades fueron precipitados en el lago de fuego. Ésta es la segunda muerte: el lago de fuego. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y la muerte y el infierno fueron lanzados en el lago de fuego. Esta es la muerte segunda. |
Porque los cuerpos que se descomponen y mueren tienen que transformarse en cuerpos que no se descomponen ni nunca mueren.
y el que vive. Estuve muerto, pero ahora vivo por los siglos de los siglos. Yo tengo poder sobre la muerte y el infierno.
será castigado. Dios se enojará terriblemente y lo castigará con toda su fuerza. Lo hará sufrir con fuego y azufre, en presencia de los santos ángeles y del Cordero.
Pero la bestia fue capturada junto con el falso profeta. Este es el que hacía cosas maravillosas bajo la autoridad de la bestia. Por medio de esas cosas engañaba a los que habían recibido la marca de la bestia y adoraban su imagen. Los dos fueron echados vivos al lago de fuego y azufre.
El que tenga oídos, que oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. El vencedor no sufrirá daño alguno de la segunda muerte, es decir, jamás será separado de Dios.
El diablo, que los había engañado, será echado al lago de fuego y azufre. Allí también están la bestia y el falso profeta. Ahí los harán sufrir para siempre, de día y de noche.
Los que habían muerto en el mar se presentaron ante Dios. También se presentaron los muertos que estaban en el reino de la muerte. Cada uno fue juzgado según lo que había hecho.
Todo aquel cuyo nombre no estaba escrito en el libro de la vida era echado al lago de fuego.
Dichosos los creyentes que tienen parte en la primera resurrección. La segunda muerte no tiene poder sobre ellos, es decir, nunca estarán lejos de Dios. Serán sacerdotes de Dios y de Cristo, y reinarán con él mil años.
Él les secará toda lágrima de los ojos. Ya no habrá muerte, ni llanto ni lamento ni dolor. Porque las primeras cosas han dejado de existir».
Pero te diré quienes recibirán como premio el castigo del lago de fuego y azufre: los cobardes, los que no creen, los detestables; los asesinos, los que tienen relaciones sexuales prohibidas, los que practican la brujería; los que adoran dioses falsos y todos los mentirosos. Esta es la segunda muerte».
Miré, ¡y apareció un caballo amarillento! El jinete se llamaba Muerte, y el representante del infierno lo seguía de cerca. Y se les otorgó poder sobre la cuarta parte de la tierra. Podían matar por medio de la espada, el hambre, las epidemias y los animales salvajes de la tierra.