Adoraron al dragón porque había dado su autoridad a la bestia. También adoraron a la bestia y decían: «¡No hay nadie como la bestia! ¿Quién se atreve a luchar contra ella?».
Apocalipsis 18:18 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento) Al ver el humo del fuego que la consume, dirán: «¡No hay ciudad que se compare a esta gran ciudad!». Más versionesBiblia Reina Valera 1960 y viendo el humo de su incendio, dieron voces, diciendo: ¿Qué ciudad era semejante a esta gran ciudad? Biblia Nueva Traducción Viviente Todos clamarán cuando vean subir el humo y dirán: «¿Dónde habrá una ciudad de tanta grandeza como esta?». Biblia Católica (Latinoamericana) y gritaron al contemplar la humareda de su incendio: '¿Dónde se ha visto jamás ciudad como ésta?' La Biblia Textual 3a Edicion y viendo la humareda de su incendio, gritaban diciendo: ¿Cuál es semejante a la gran ciudad? Biblia Serafín de Ausejo 1975 y clamaron al contemplar la humareda de su incendio: '¿Qué ciudad semejante a la gran ciudad?'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) y viendo el humo de su incendio, dieron voces, diciendo: ¿Qué ciudad era semejante a esta gran ciudad? |
Adoraron al dragón porque había dado su autoridad a la bestia. También adoraron a la bestia y decían: «¡No hay nadie como la bestia! ¿Quién se atreve a luchar contra ella?».
El humo de ese fuego con que lo hará sufrir nunca dejará de subir. No habrá descanso ni de día ni de noche para el que adore a la bestia y su imagen. Tampoco lo habrá para quien se deje poner la marca de su nombre».
La gran ciudad de Babilonia se partió en tres, y las ciudades de las naciones quedaron destruidas. Dios se acordó de la gran Babilonia y la castigó. La hizo beber de la copa de su enojo.
«¡Ay! ¡Ay de la gran ciudad! Se vestía de telas finas, de color púrpura y rojo. Se adornaba con oro, piedras preciosas y perlas.