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Apocalipsis 18:16 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

«¡Ay! ¡Ay de la gran ciudad! Se vestía de telas finas, de color púrpura y rojo. Se adornaba con oro, piedras preciosas y perlas.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

y diciendo: ¡Ay, ay, de la gran ciudad, que estaba vestida de lino fino, de púrpura y de escarlata, y estaba adornada de oro, de piedras preciosas y de perlas!

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Biblia Nueva Traducción Viviente

«¡Qué terrible, qué terrible para esa gran ciudad! ¡Ella se vestía de púrpura de la más alta calidad y lino escarlata, adornada con oro, piedras preciosas y perlas!

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Biblia Católica (Latinoamericana)

dirán a gritos: '¡Ay, ay, de la Gran Ciudad, la que se vestía de lino, púrpura y escarlata y resplandecía de oro, piedras preciosas y perlas!'

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La Biblia Textual 3a Edicion

diciendo: ¡Ay, ay, de la gran ciudad, que estuvo vestida de lino fino, y de púrpura, y de escarlata, y adornada con oro, y piedras preciosas, y perlas,

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

y diciendo: '¡Ay, ay de la gran ciudad, la que se vestía de lujo, púrpura y escarlata, la que se adornaba con oro y piedras preciosas y perlas!

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

y diciendo: ¡Ay, ay, de aquella gran ciudad, que estaba vestida de lino fino y de púrpura y de escarlata, y adornada con oro y piedras preciosas y perlas!

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Otras versiones



Apocalipsis 18:16
8 Referencias Cruzadas  

Luego el Espíritu de Dios me hizo ver a un ángel que me llevó a un desierto. Allí vi a una mujer montada en una bestia roja. La bestia estaba cubierta de nombres que ofendían a Dios, y tenía siete cabezas y diez cuernos.


La mujer estaba vestida de color púrpura y rojo, y adornada con oro, piedras preciosas y perlas. Tenía en la mano una copa de oro llena de cosas repugnantes y de su adoración a dioses falsos.


Al ver el humo del fuego que la consume, dirán: «¡No hay ciudad que se compare a esta gran ciudad!».


Se echarán polvo sobre sus cabezas, llorarán y se lamentarán a gritos: «¡Ay! ¡Ay de la gran ciudad! Con su riqueza se enriquecieron todos los que tenían barcos en el mar. ¡En una sola hora ha quedado destruida!