La Biblia Online

Anuncios


Toda la Biblia A.T. N.T.




Apocalipsis 18:15 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

Los comerciantes que vendían estas mercancías y se enriquecieron a costa de ella se mantendrán a distancia. Sentirán miedo al ver semejante castigo. Con lágrimas en los ojos expresarán su lamento, diciendo:

Ver Capítulo
Mostrar Biblia Interlineal

Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

Los mercaderes de estas cosas, que se han enriquecido a costa de ella, se pararán lejos por el temor de su tormento, llorando y lamentando,

Ver Capítulo

Biblia Nueva Traducción Viviente

Los comerciantes que se enriquecieron vendiéndole esas cosas, se mantendrán a distancia, aterrados por el gran tormento de ella. Llorarán y clamarán:

Ver Capítulo

Biblia Católica (Latinoamericana)

Los que traficaban con estas cosas y con ella se enriquecían, se mantendrán a distancia horrorizados por su castigo. Llorando y lamentándose

Ver Capítulo

La Biblia Textual 3a Edicion

Los mercaderes de estas cosas, que se enriquecieron a costa de ella, se detendrán a lo lejos por el temor de su tormento, llorando y lamentando,

Ver Capítulo

Biblia Serafín de Ausejo 1975

Cuantos comerciaban con estos productos y se enriquecieron con ella se detendrán a lo lejos por miedo a su tormento, llorando y lamentándose

Ver Capítulo

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Los mercaderes de estas cosas, que se han enriquecido por ella, se pararán lejos por el temor de su tormento, llorando y lamentando,

Ver Capítulo
Otras versiones



Apocalipsis 18:15
14 Referencias Cruzadas  

También les enseñaba con estas palabras: «¿No dicen las Escrituras: »“Mi casa será llamada casa de oración para todos los pueblos”? Pero ustedes la han convertido en “cueva de ladrones”».


Los dueños de la joven se dieron cuenta de que se les había acabado la esperanza de ganar dinero. Así que agarraron a Pablo y a Silas y los arrastraron a la plaza, ante las autoridades.


artículos de oro, plata, piedras preciosas y perlas; tela fina, vestidos lujosos, de seda y de color rojo; toda clase de maderas aromáticas; los más variados objetos, hechos de marfil, de madera preciosa, de bronce, de hierro y de mármol;


cargamentos de canela y especias aromáticas; de incienso, mirra y perfumes; de vino y aceite; de harina refinada y trigo; de ganado vacuno y de corderos; de caballos y carruajes; y hasta de seres humanos, vendidos como esclavos.


Y dirán: «Ya nada te queda de lo que tanto te gustaba. Has perdido todas tus riquezas y tus lujos, y nunca los recuperarás».


Se echarán polvo sobre sus cabezas, llorarán y se lamentarán a gritos: «¡Ay! ¡Ay de la gran ciudad! Con su riqueza se enriquecieron todos los que tenían barcos en el mar. ¡En una sola hora ha quedado destruida!


Todas las naciones han seguido su ejemplo adorando dioses falsos. Los reyes de la tierra se unieron a su idolatría; los comerciantes de la tierra se enriquecieron a costa de lo que ella malgastaba en sus lujos».