»Padre justo, aunque el mundo no te conoce, yo sí te conozco, y estos reconocen que tú me enviaste.
Apocalipsis 16:5 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento) Oí que el ángel de las aguas decía: «Justo eres tú, el Santo, que eres y que eras, porque has juzgado bien. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Y oí al ángel de las aguas, que decía: Justo eres tú, oh Señor, el que eres y que eras, el Santo, porque has juzgado estas cosas. Biblia Nueva Traducción Viviente Y oí que el ángel que tenía autoridad sobre todas las aguas decía: «Oh Santo, el que es y que siempre era, tú eres justo, porque has enviado estos juicios. Biblia Católica (Latinoamericana) Y oí al ángel de las aguas que decía: 'Tú, el que eras y eres, el Santo, eres justo al castigarlos de este modo, La Biblia Textual 3a Edicion Y oí al ángel de las aguas decir: ¡Justo eres, oh Santo, que eres y has sido, por cuanto juzgaste estas cosas! Biblia Serafín de Ausejo 1975 Y oí al ángel de las aguas que decía: 'Justo eres, el que es y el que era, el santo, por haber hecho así justicia. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y oí al ángel de las aguas, que decía: Justo eres tú, oh Señor, que eres y que eras, y serás, porque has juzgado así. |
»Padre justo, aunque el mundo no te conoce, yo sí te conozco, y estos reconocen que tú me enviaste.
Tu terquedad y falta de arrepentimiento solo harán que tu castigo sea más grande en el día del juicio final. En ese día Dios te juzgará con justicia.
Pero, y hablo como ser humano que soy, si nuestra maldad hace que la justicia de Dios sea reconocida, ¿qué diremos? ¿Que Dios es injusto al enojarse y castigarnos?
Los saluda Juan. Escribo este libro a las siete iglesias que están en la provincia de Asia. Le pido a Dios, quien es, era y vendrá, que los llene de su amor inmerecido y de su paz. Lo mismo pido a los siete espíritus que están delante de su trono
«Yo soy el Alfa y la Omega, el Primero y el Último —dice el Señor Dios—. El que es y que era y que vendrá, el Todopoderoso».
Adoraron diciendo: «Te damos gracias, Señor Dios Todopoderoso, que eres y que eras. Te damos gracias porque has demostrado tu gran poder y has comenzado a reinar.
El tercer ángel derramó su copa sobre los ríos y los manantiales, y estos se convirtieron en sangre.
Oí también que desde el altar alguien respondía: «Así es, Señor Dios Todopoderoso, verdaderos y justos son tus juicios».
pues él juzga con honestidad y justicia. Ha castigado a la gran ciudad idólatra pues hizo que toda la tierra adorara dioses falsos. Él tomó venganza contra ella, pues mató a los servidores de Dios».
Cada uno de ellos tenía seis alas y estaba lleno de ojos por dentro y por fuera. Y día y noche repetían sin parar: «Santo, santo, santo es el Señor Dios Todopoderoso, el que era y que es y que ha de venir».
Y gritaban a gran voz: «Soberano Señor, santo y verdadero, ¿cuándo juzgarás a los habitantes de la tierra?; ¿cuándo vengarás nuestra muerte?».