Vi en el cielo algo grande y maravilloso: siete ángeles con los últimos siete castigos. Después de estos castigos el enojo de Dios llegaría a su fin.
Apocalipsis 16:1 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento) Oí una fuerte voz que desde el templo decía a los siete ángeles: «¡Vayan y derramen sobre la tierra las siete copas del enojo de Dios!». Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Oí una gran voz que decía desde el templo a los siete ángeles: Id y derramad sobre la tierra las siete copas de la ira de Dios. Biblia Nueva Traducción Viviente Luego oí una voz potente que venía del templo y decía a los siete ángeles: «Vayan y derramen sobre la tierra las siete copas que contienen la ira de Dios». Biblia Católica (Latinoamericana) Y oí una voz potente que desde el Santuario gritaba a los siete ángeles: 'Vayan y derramen sobre la tierra las siete copas del furor de Dios. La Biblia Textual 3a Edicion Y oí una gran voz procedente del santuario, que decía a los siete ángeles: ¡Id y derramad sobre la tierra las siete copas de la ira de Dios! Biblia Serafín de Ausejo 1975 Oí una gran voz procedente del santuario que decía a los siete ángeles: 'Id y derramad sobre la tierra las siete copas de la ira de Dios'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y oí una gran voz que decía desde el templo a los siete ángeles: Id, y derramad las copas de la ira de Dios sobre la tierra. |
Vi en el cielo algo grande y maravilloso: siete ángeles con los últimos siete castigos. Después de estos castigos el enojo de Dios llegaría a su fin.
El séptimo ángel derramó su copa en el aire, y desde el trono del templo se escuchó una fuerte voz que decía: «¡Se acabó!».
Del altar salió otro ángel, que tenía autoridad sobre el fuego. Le gritó al que llevaba la hoz afilada: «Mete tu hoz y corta los racimos del viñedo de la tierra, porque sus uvas ya están maduras».
Entonces salió del templo otro ángel y le gritó al que estaba sentado en la nube: «Mete la hoz y recoge la cosecha. Ya es tiempo de cosechar, pues la cosecha de la tierra está madura».
Entonces se abrió el templo de Dios que está en el cielo, y en él se vio el cofre de su pacto. Entonces hubo relámpagos, estruendos, truenos, un terremoto y una fuerte lluvia de granizo.