Si hablara diferentes idiomas y aun el idioma de los ángeles, pero no tengo amor, soy como un metal o un platillo que hace ruido.
Apocalipsis 14:2 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento) Oí un sonido que venía del cielo. Era como el estruendo de una catarata y el retumbar de un gran trueno. El sonido se parecía al de músicos tocando sus arpas. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Y oí una voz del cielo como estruendo de muchas aguas, y como sonido de un gran trueno; y la voz que oí era como de arpistas que tocaban sus arpas. Biblia Nueva Traducción Viviente Y oí un sonido que venía del cielo, era como el rugido de grandes olas del mar o el retumbar de fuertes truenos. Parecía el sonido de muchos arpistas tocando juntos. Biblia Católica (Latinoamericana) Un ruido retumbaba en el cielo, parecido al estruendo de las olas o al fragor del trueno: era como un coro de cantores que se acompañan tocando sus arpas. La Biblia Textual 3a Edicion Y oí una voz del cielo, como voz de muchas aguas y como voz de un gran trueno, y la voz que oí era como de citaristas que citareaban sus cítaras.° Biblia Serafín de Ausejo 1975 Oí una voz del cielo como estruendo de muchas aguas y como estampido de gran trueno. La voz que oía era como de citaristas que tocan sus cítaras. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y oí una voz del cielo como estruendo de muchas aguas, y como sonido de un gran trueno; y oí una voz de tañedores de arpas que tañían con sus arpas. |
Si hablara diferentes idiomas y aun el idioma de los ángeles, pero no tengo amor, soy como un metal o un platillo que hace ruido.
En el primer día de la semana, al que llamamos día del Señor, vino el Espíritu y tomó control de mi persona. Detrás de mí oí una voz fuerte, que sonaba tan fuerte como una trompeta,
Sus pies brillaban como el bronce que está al rojo vivo en un horno. Su voz era tan fuerte como el estruendo de una catarata.
Entonces los dos testigos oyeron una potente voz del cielo que les decía: «Suban acá». Y subieron al cielo en una nube, a la vista de sus enemigos.
El séptimo ángel tocó su trompeta. Entonces en el cielo se escucharon fuertes voces que decían: «El reino del mundo ha pasado a ser de nuestro Señor y de su Cristo. Él reinará para siempre».
Vi también un mar como de vidrio mezclado con fuego. De pie, a la orilla del mar, estaban los que habían vencido a la bestia, no habían adorado su imagen ni aceptado llevar el número de su nombre. Tenían las arpas que Dios les había dado.
Jamás volverá a oírse en ti la música de los cantantes y de arpas, flautas y trompetas. Jamás volverá a hallarse en ti ningún tipo de arquitecto. Jamás volverá a oírse en ti el ruido de la piedra de molino.
Cuando lo tomó, los cuatro seres vivientes y los veinticuatro líderes se arrodillaron delante del Cordero. Cada uno tenía un arpa y copas de oro llenas de incienso. Estas representan las oraciones de los creyentes.
Vi cuando el Cordero rompió el primero de los siete sellos. Entonces oí a uno de los cuatro seres vivientes, que decía con una voz fuerte como de trueno: «¡Ven!».
El primer ángel tocó su trompeta. Entonces fueron echados sobre la tierra granizo y fuego mezclados con sangre. Y se quemó la tercera parte de la tierra, la tercera parte de los árboles y toda la hierba verde.