Y la mujer huyó al desierto, a un lugar que Dios le había preparado. Allí la cuidarán durante mil doscientos sesenta días.
Apocalipsis 12:14 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento) Pero a la mujer se le dieron dos grandes alas de águila. Así podría volar al desierto, al lugar que había sido preparado para ella. Allí sería alimentada durante un tiempo, dos tiempos y medio tiempo, y estaría lejos de la vista de la serpiente. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Y se le dieron a la mujer las dos alas de la gran águila, para que volase de delante de la serpiente al desierto, a su lugar, donde es sustentada por un tiempo, y tiempos, y la mitad de un tiempo. Biblia Nueva Traducción Viviente pero a ella se le dieron dos alas como las de una gran águila para que pudiera volar al lugar que se había preparado para ella en el desierto. Allí sería cuidada y protegida lejos del dragón durante un tiempo, tiempos y la mitad de un tiempo. Biblia Católica (Latinoamericana) Pero se le dieron a la mujer las dos alas del águila grande para que volara al desierto, a su lugar; allí será mantenida lejos del dragón por un tiempo, dos tiempos y la mitad de un tiempo. La Biblia Textual 3a Edicion Pero a la mujer le fueron dadas las dos alas de la gran águila, para que volara lejos de la presencia° de la serpiente, al desierto, a su lugar, allí donde es alimentada por tiempo, tiempos y medio tiempo.° Biblia Serafín de Ausejo 1975 Pero se le dieron a la mujer las dos alas de la gran águila, para que volara al desierto, a su lugar, donde es alimentada por un tiempo y dos tiempos y medio tiempo, lejos de la presencia de la serpiente. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y fueron dadas a la mujer dos alas de grande águila, para que de la presencia de la serpiente volase al desierto, a su lugar, donde es sustentada por un tiempo, y tiempos, y la mitad de un tiempo. |
Y la mujer huyó al desierto, a un lugar que Dios le había preparado. Allí la cuidarán durante mil doscientos sesenta días.
Luego el Espíritu de Dios me hizo ver a un ángel que me llevó a un desierto. Allí vi a una mujer montada en una bestia roja. La bestia estaba cubierta de nombres que ofendían a Dios, y tenía siete cabezas y diez cuernos.