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Apocalipsis 11:18 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

Las naciones se han enfurecido; pero ha llegado el momento de su castigo. Es el momento de juzgar a los muertos. Es el momento de premiar a tus servidores los profetas. Es el momento de premiar a los que creyeron en ti y a los que honran tu nombre, sean grandes o pequeños. Y también es el momento de destruir a los que destruyen la tierra».

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

Y se airaron las naciones, y tu ira ha venido, y el tiempo de juzgar a los muertos, y de dar el galardón a tus siervos los profetas, a los santos, y a los que temen tu nombre, a los pequeños y a los grandes, y de destruir a los que destruyen la tierra.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Las naciones se llenaron de ira, pero ahora el tiempo de tu ira ha llegado. Es tiempo de juzgar a los muertos y de recompensar a tus siervos, los profetas, y también a tu pueblo santo y a todos los que temen tu nombre, desde el menos importante hasta el más importante. Es tiempo de destruir a todos los que han causado destrucción en la tierra».

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Las naciones se habían enfurecido, pero tu enojo las sorprendió: ha llegado el momento de juzgar a los muertos, de premiar a tus siervos los profetas, a tus santos y a cuantos honran tu Nombre, ya sean grandes o pequeños, y de destruir a los que destruyen la tierra.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Y se airaron las naciones, pero ha llegado ya tu ira, y el tiempo de ser juzgados los muertos, y de dar el galardón a tus siervos los profetas, y a los santos, y a los que temen tu nombre, a los pequeños y a los grandes,° y de destruir a los que destruyen la tierra.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Las naciones se habían airado, mas llegó tu ira y el tiempo de juzgar a los muertos, de dar la recompensa a tus siervos, los profetas, a los santos y a los que temen tu nombre, a los pequeños y a los grandes, y de destruir a los que destruían la tierra'.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y se han airado las naciones, y tu ira ha venido, y el tiempo para que los muertos sean juzgados, y para que des el galardón a tus siervos los profetas, y a los santos, y a los que temen tu nombre, pequeños y grandes, y para que destruyas los que destruyen la tierra.

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Otras versiones



Apocalipsis 11:18
48 Referencias Cruzadas  

Alégrense y siéntanse contentos, porque les espera un gran premio en los cielos. Así también persiguieron a los profetas que vivieron antes de ustedes.


A través de los tiempos se extiende su misericordia a los que lo adoran.


Dios estableció que los seres humanos mueran una sola vez, y que después venga el juicio.


Llegará el día en que el séptimo ángel comience a tocar su trompeta y se escuche su voz. Ese día Dios llevará a cabo el plan que había mantenido en secreto. Lo hará tal y como lo anunció a sus siervos los profetas».


Pero no incluyas el patio exterior del templo; no lo midas, porque ha sido entregado a las naciones que no creen en Dios. La gente de estas naciones ocupará la ciudad santa durante cuarenta y dos meses.


El que deba ser llevado preso, preso estará. El que deba morir a espada, a filo de espada morirá. ¡Así es como sufren los creyentes por ser obedientes hasta el fin!


Además logró que a todos se les pusiera una marca en la mano derecha o en la frente. Todos fueron marcados: grandes y pequeños, ricos y pobres, libres y esclavos.


será castigado. Dios se enojará terriblemente y lo castigará con toda su fuerza. Lo hará sufrir con fuego y azufre, en presencia de los santos ángeles y del Cordero.


Vi en el cielo algo grande y maravilloso: siete ángeles con los últimos siete castigos. Después de estos castigos el enojo de Dios llegaría a su fin.


Uno de los cuatro seres vivientes dio a cada uno de los siete ángeles una copa de oro. Cada copa estaba llena del enojo de Dios, quien vive para siempre.


Páguenle con la misma moneda; denle el doble de todo lo malo que hizo. Que sufra el doble de lo que hizo sufrir a otros.


De su boca salía una espada afilada, con la que herirá a las naciones. «Las gobernará con mucha dureza». Él mismo exprime uvas para sacar el vino que representa el terrible enojo del Dios Todopoderoso.


Vengan a comer carne de reyes, de jefes militares y de poderosos; carne de caballos y de sus jinetes; carne de toda clase de gente: libres y esclavos, grandes y pequeños».


Y del trono salió una voz que decía: «¡Alaben a nuestro Dios ustedes, todos sus servidores, grandes y pequeños, que con humildad y obediencia le sirven!».


Vi también a los muertos, grandes y pequeños, de pie delante del trono. Se abrieron unos libros. Luego se abrió otro libro, que es el libro de la vida. Los muertos fueron juzgados según lo que habían hecho, conforme a lo que estaba escrito en los libros.


Todo aquel cuyo nombre no estaba escrito en el libro de la vida era echado al lago de fuego.


«¡Miren que vengo pronto! Traigo conmigo la recompensa, y premiaré a cada uno según lo que haya hecho.