Porque el corazón de este pueblo se ha vuelto insensible; se les han tapado los oídos, y se les han cerrado los ojos. De lo contrario, verían con los ojos, oirían con los oídos, entenderían con el corazón y se arrepentirían, y yo los sanaría”.
2 Timoteo 4:4 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento) Dejarán de escuchar la verdad y pondrán su atención en los cuentos. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 y apartarán de la verdad el oído y se volverán a las fábulas. Biblia Nueva Traducción Viviente Rechazarán la verdad e irán tras los mitos. Biblia Católica (Latinoamericana) cerrarán los oídos a la verdad y se volverán hacia puros cuentos. La Biblia Textual 3a Edicion y apartarán el oído de la verdad, y serán extraviados a las fábulas. Biblia Serafín de Ausejo 1975 y dejarán de escuchar la verdad, volviéndose de nuevo a los mitos. Biblia Reina Valera Gómez (2023) y apartarán de la verdad sus oídos y se volverán a las fábulas. |
Porque el corazón de este pueblo se ha vuelto insensible; se les han tapado los oídos, y se les han cerrado los ojos. De lo contrario, verían con los ojos, oirían con los oídos, entenderían con el corazón y se arrepentirían, y yo los sanaría”.
Entonces todos ellos, gritando con fuerza, se taparon los oídos y se le fueron encima.
Por eso Dios le da poder al hombre malvado para engañarlos y que crean en la mentira.
Diles que dejen de prestar atención a leyendas y a largas listas de antepasados. Esas cosas provocan discusiones sin sentido. En nada ayudan a la gente a confiar en el plan de Dios.
Rechaza las leyendas del mundo y otros cuentos semejantes, pues todo es falso. Más bien, esfuérzate por amar a Dios,
Timoteo, ¡cuida de hacer bien el trabajo que Dios te ha confiado! Evita las discusiones por cuestiones de este mundo, eso no produce nada. Son discusiones de gente que cree tener conocimiento, pero eso es mentira.
Ya sabes que todos los de la provincia de Asia me han abandonado, incluso Figelo y Hermógenes.
Diles que no hagan caso de leyendas judías ni de lo que exigen esos que rechazan la verdad.
Nosotros somos testigos de la grandeza de nuestro Señor Jesucristo, pues lo vimos con nuestros propios ojos. Por eso, cuando les enseñamos acerca de su poderosa venida, no lo hicimos inventando cuentos falsos.