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2 Timoteo 4:2 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

Predica el mensaje de Dios, nunca dejes de hacerlo, aunque no parezca ser el mejor momento. Corrige, reprende y anima con mucha paciencia a todos, sin dejar de enseñar.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

que prediques la palabra; que instes a tiempo y fuera de tiempo; redarguye, reprende, exhorta con toda paciencia y doctrina.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

predica la palabra de Dios. Mantente preparado, sea o no el tiempo oportuno. Corrige, reprende y anima a tu gente con paciencia y buena enseñanza.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

predica la Palabra, insiste a tiempo y a destiempo, rebatiendo, amenazando o aconsejando, siempre con paciencia y dejando una doctrina.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Predica la Palabra, insiste a tiempo y fuera de tiempo, redarguye,° exhorta y reprende con toda paciencia y doctrina.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Proclama la palabra, insiste a tiempo y a destiempo, reprende, increpa, exhorta, con toda comprensión y sin cejar en la enseñanza.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Predica la palabra; insta a tiempo y fuera de tiempo; redarguye, reprende; exhorta con toda paciencia y doctrina.

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Otras versiones



2 Timoteo 4:2
36 Referencias Cruzadas  

Dichoso el que, viendo lo que hago, no deja de seguirme.


Cuando llegaron ante Jesús, le rogaron con insistencia: ―Este hombre merece que le des lo que te pide.


―Deja que los muertos entierren a sus muertos, pero tú ve y anuncia el reino de Dios —le respondió Jesús.


Al llegar a Salamina, predicaron la palabra de Dios en las sinagogas de los judíos. Tenían también a Juan como ayudante.


El sábado salimos a las afueras de la ciudad y fuimos por la orilla del río, donde esperábamos encontrar un lugar de oración. Nos sentamos y nos pusimos a conversar con las mujeres que se habían reunido.


El primer día de la semana nos reunimos para partir el pan. Como iba a salir al día siguiente, Pablo estuvo hablando a los creyentes y prolongó su discurso hasta la medianoche.


Cuando llegamos a Roma, a Pablo se le permitió tener su propia casa, con un soldado que lo vigilara.


¿Y quién les predicará sin ser enviado? Así dicen las Escrituras: «¡Qué hermoso es recibir al mensajero que trae buenas noticias!».


Vivan alegres, pues ustedes tienen esperanza. Muestren paciencia cuando les toque sufrir y nunca dejen de orar.


El que recibe instrucción en la palabra de Dios comparta todo lo bueno con quien le enseña.


Y fue Dios quien decidió hacerme servidor de ustedes, su iglesia, para cumplir así su promesa.


Oren además por nosotros para que Dios nos abra la oportunidad de anunciar el mensaje del plan que Dios mantenía en secreto, que es Cristo, y por el cual estoy preso.


Ustedes siguieron nuestro ejemplo y el del Señor. Y, a pesar de lo mucho que sufrieron cuando creyeron en el mensaje de la buena noticia, el Espíritu Santo los llenó de alegría.


Hermanos en la fe, también les rogamos que llamen la atención a los perezosos, denles ánimo a los desanimados, ayuden a los débiles y sean pacientes con todos.


no desprecien ningún mensaje de parte de Dios.


Mientras llego, dedícate a la lectura pública de las Escrituras, y a enseñar y animar a los creyentes.


A los que pecan, repréndelos en público para que sirva de advertencia a los demás.


Si alguien se mantiene alejado del pecado, llegará a ser como un vaso muy especial. Será un vaso que el Señor pondrá aparte de los demás, pues le es útil y está preparado para toda obra buena.


Cuando tengas que corregir a tus enemigos, hazlo con humildad, con la esperanza de que Dios les permita arrepentirse y así conozcan la verdad.


Tú, en cambio, has seguido paso a paso mis enseñanzas, mi manera de vivir, mi propósito y mi fe. Sabes de la paciencia que he tenido, del amor que tengo por los demás y de cómo soporto las dificultades.


¡Y es la verdad! Por eso, repréndelos con fuerza para que su confianza en Cristo sea buena.


Esto es lo que debes enseñar. Aconseja y reprende con toda autoridad. Que nadie te menosprecie.


Hermanos en la fe, les ruego que reciban bien estos consejos, ya que les he escrito brevemente.


Yo reprendo y disciplino a todos los que amo. Por lo tanto, toma esto en serio y arrepiéntete.