2 Pedro 2:19 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento) Les prometen libertad, cuando ellos mismos son esclavos de la maldad. Pues, cada uno es esclavo de aquello que lo ha dominado. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Les prometen libertad, y son ellos mismos esclavos de corrupción. Porque el que es vencido por alguno es hecho esclavo del que lo venció. Biblia Nueva Traducción Viviente Prometen libertad, pero ellos mismos son esclavos del pecado y de la corrupción porque uno es esclavo de aquello que lo controla. Biblia Católica (Latinoamericana) Prometen libertad, cuando ellos mismos son esclavos de la corrupción, pues cada uno es esclavo de aquello que lo domina. La Biblia Textual 3a Edicion Les prometen libertad, y ellos mismos son esclavos de corrupción; porque de quien uno es vencido, de éste queda hecho esclavo. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Les prometen libertad, cuando ellos mismos son esclavos de la corrupción, pues cada uno es esclavo del que le vence. Biblia Reina Valera Gómez (2023) prometiéndoles libertad, siendo ellos mismos esclavos de corrupción. Porque el que es vencido de alguno, es hecho esclavo de aquel que lo venció. |
Entonces el hombre que tenía el espíritu maligno saltó sobre ellos violentamente y los maltrató. Los golpeó con tanta fuerza que tuvieron que huir de la casa desnudos y heridos.
Cristo nos libertó para que vivamos en libertad. Por lo tanto, manténganse firmes y no vuelvan a ser esclavos de la Ley.
Les hablo así, hermanos en la fe, porque ustedes han sido llamados a ser libres. Pero no usen esa libertad para dejar que los malos deseos los controlen. Más bien ayúdense unos a otros con amor.
De ese modo se darán cuenta del peligro y escaparán de la trampa en la que el diablo los tiene presos, obedeciendo su voluntad.
En otro tiempo también nosotros éramos tontos y desobedientes. Fuimos engañados y nos hicimos esclavos de toda clase de malos deseos y placeres. Vivíamos haciendo el mal y llenos de envidia. Éramos gente odiosa y nos odiábamos unos a otros.
Actúen como personas libres. Pero no usen su libertad como excusa para hacer el mal. Al contrario, vivan como servidores de Dios.
Dios nos ha entregado así sus preciosas y magníficas promesas. Lo ha hecho para que ustedes lleguen a ser como él es. De ese modo, podrán escapar de la maldad que hay en el mundo debido a los malos deseos.
En efecto, los que han conocido a nuestro Señor y Salvador Jesucristo han escapado de la maldad del mundo. Pero, si vuelven a practicar la maldad y se dejan controlar por ella, terminarán en peores condiciones que al principio.