Por lo tanto, hermanos en la fe, les ruego que tomen en cuenta la gran bondad de Dios. Así que, ofrezcan todo su ser como un sacrificio vivo y agradable a Dios. Esa es la verdadera adoración que él merece.
2 Corintios 8:5 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento) Incluso hicieron más de lo que esperábamos. Ellos primero le entregaron su vida al Señor, y después se dedicaron por completo a nosotros, pues Dios así se lo pidió. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Y no como lo esperábamos, sino que a sí mismos se dieron primeramente al Señor, y luego a nosotros por la voluntad de Dios; Biblia Nueva Traducción Viviente Incluso hicieron más de lo que esperábamos, porque su primer paso fue entregarse ellos mismos al Señor y a nosotros, tal como Dios quería. Biblia Católica (Latinoamericana) Superaron todas nuestras expectativas, y Dios quiso que se pusieran ellos mismos a disposición nuestra y del Señor. La Biblia Textual 3a Edicion Y superando lo que esperábamos, se dieron primeramente ellos mismos al Señor y a nosotros, por voluntad de Dios. Biblia Serafín de Ausejo 1975 y, superando nuestras expectativas, se entregaron primero al Señor y luego a nosotros por voluntad de Dios, Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y esto hicieron, no como lo esperábamos, sino que primero se dieron a sí mismos al Señor, y a nosotros por la voluntad de Dios. |
Por lo tanto, hermanos en la fe, les ruego que tomen en cuenta la gran bondad de Dios. Así que, ofrezcan todo su ser como un sacrificio vivo y agradable a Dios. Esa es la verdadera adoración que él merece.
No permitan que su cuerpo sea usado por el pecado para hacer lo malo. Al contrario, permitan que Dios use su cuerpo para hacer el bien, pues ustedes ahora son diferentes, es como si hubieran vuelto de la muerte a la vida.
Los saluda Pablo, y también Sóstenes, nuestro hermano en la fe. Dios quiso llamarme a ser apóstol de Cristo Jesús.
Nosotros no hablamos de nosotros mismos, sino de Jesucristo, y lo presentamos como el Señor. Somos tan solo servidores de ustedes porque obedecemos a Jesús.
Ahora, hermanos en la fe, queremos contarles del amor inmerecido que Dios les ha mostrado a las iglesias de Macedonia.