Cuando terminó el alboroto, Pablo mandó llamar a los discípulos. Después de animarlos, se despidió y salió rumbo a Macedonia.
2 Corintios 7:5 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento) Cuando llegamos a Macedonia, no tuvimos ningún descanso. Más bien, encontramos dificultades por todas partes. Nos vimos rodeados de problemas y luchando con el temor. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Porque de cierto, cuando vinimos a Macedonia, ningún reposo tuvo nuestro cuerpo, sino que en todo fuimos atribulados; de fuera, conflictos; de dentro, temores. Biblia Nueva Traducción Viviente Cuando llegamos a Macedonia, no hubo descanso para nosotros. Enfrentamos conflictos de todos lados, con batallas por fuera y temores por dentro; Biblia Católica (Latinoamericana) Les decía que, al llegar a Macedonia, no tuve descanso alguno, sino más bien toda clase de dificultades; por fuera enfrentamientos, y por dentro temores. La Biblia Textual 3a Edicion Porque aun cuando llegamos a Macedonia,° nuestro cuerpo no tuvo reposo, al contrario, en todo estábamos afligidos: de afuera, conflictos; de dentro, temores. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Pues la verdad es que, cuando llegamos a Macedonia, no hubo reposo para nosotros; al contrario, todo fueron tribulaciones: por fuera, luchas; por dentro, temores. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Porque cuando vinimos a Macedonia, ningún reposo tuvo nuestra carne; antes en todo fuimos atribulados; de fuera, contiendas; de dentro, temores. |
Cuando terminó el alboroto, Pablo mandó llamar a los discípulos. Después de animarlos, se despidió y salió rumbo a Macedonia.
A los creyentes de Macedonia y Acaya les pareció bien hacer una colecta para los creyentes pobres de Jerusalén.
Hermanos en la fe, todos los días estoy en peligro de muerte. Eso es tan cierto como el orgullo que siento por ustedes, pues han creído en Cristo Jesús nuestro Señor.
Después de pasar por Macedonia, pues tengo que atravesar esa región, iré a verlos.
Aun así, me sentí intranquilo por no haber encontrado allí a Tito, mi hermano en la fe. Por eso me despedí de esa gente y me fui a Macedonia.
Les escribí como lo hice para que no me causaran tristeza los que debían alegrarme cuando fuera a verlos. Estaba seguro de que todos ustedes se pondrían alegres por mí.
Por eso les escribí: para ver si pasan la prueba de la completa obediencia.
Por eso, cuando ya no pude soportarlo más, mandé a Timoteo para saber si ustedes seguían confiando en Jesús. Tenía miedo de que el diablo los hubiera tentado a hacer lo malo y que nuestro trabajo con ustedes hubiera sido inútil.