Ustedes pensarán que no los amo al decirles esto. ¡Pero Dios sabe que los amo!
2 Corintios 7:12 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento) Así que, a pesar de que les escribí, no fue por causa del ofensor ni del ofendido. Más bien fue para que delante de Dios se dieran cuenta por ustedes mismos de cuánto interés tienen en nosotros. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Así que, aunque os escribí, no fue por causa del que cometió el agravio, ni por causa del que lo padeció, sino para que se os hiciese manifiesta nuestra solicitud que tenemos por vosotros delante de Dios. Biblia Nueva Traducción Viviente Mi propósito, entonces, no fue escribir acerca de quién causó el daño o quién resultó dañado. Les escribí para que, a los ojos de Dios, pudieran comprobar por sí mismos qué tan leales son a nosotros. Biblia Católica (Latinoamericana) Yo mismo, al escribirles, no pensaba en el ofensor ni tampoco en el ofendido; más bien quería que ustedes tomaran conciencia ante Dios de la preocupación que tienen por mí. La Biblia Textual 3a Edicion Así que, aunque os escribí, no fue por causa del que obró injustamente, ni por causa del que fue tratado injustamente, sino con el fin de que vuestro celo por nosotros fuera manifestado a vosotros delante de Dios. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Por lo tanto, cuando os escribí, el motivo no fue ni el ofensor ni el ofendido, sino para que se pusiera de manifiesto entre vosotros vuestro interés por nosotros ante la presencia de Dios. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Así que, aunque os escribí, no fue por causa del que hizo la injuria, ni por causa del que padeció la injuria, sino para que os fuese manifiesta nuestra solicitud que tenemos por vosotros delante de Dios. |
Ustedes pensarán que no los amo al decirles esto. ¡Pero Dios sabe que los amo!
Y, como si fuera poco, cada día pesa sobre mí la preocupación por todas las iglesias.
A diferencia de muchos, nosotros no somos de los que ven el anuncio del mensaje de Dios como un negocio. Más bien, hablamos con honestidad, con la autoridad que Cristo nos da. Dios es testigo, porque él nos envió a anunciar el mensaje.
Por eso les escribí: para ver si pasan la prueba de la completa obediencia.
Aunque mi carta los llenó de tristeza, no me arrepiento de haberla enviado. Es verdad que antes lamenté haberla enviado, porque me di cuenta de que por un tiempo los había entristecido.
Pues el que no sabe gobernar su propia familia, ¿cómo podrá cuidar de la iglesia de Dios?