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2 Corintios 6:6 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

También lo demostramos por nuestra buena conducta, nuestro conocimiento, nuestra paciencia y bondad. Además, el Espíritu Santo está en nosotros y nuestro amor es sincero.

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Biblia Reina Valera 1960

en pureza, en ciencia, en longanimidad, en bondad, en el Espíritu Santo, en amor sincero,

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Demostramos lo que somos por nuestra pureza, nuestro entendimiento, nuestra paciencia, nuestra bondad, por el Espíritu Santo que está dentro de nosotros y por nuestro amor sincero.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Se ve en nosotros pureza de vida, conocimiento, espíritu abierto y bondad, con la actuación del Espíritu Santo y el amor sincero,

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La Biblia Textual 3a Edicion

en pureza, en conocimiento, en longanimidad, en bondad, en Espíritu Santo, en amor genuino,

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

con honradez, con conocimiento, con comprensión, con bondad, con Espíritu Santo, con amor sincero,

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

en pureza, en ciencia, en longanimidad, en bondad, en el Espíritu Santo, en amor no fingido;

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2 Corintios 6:6
41 Referencias Cruzadas  

El amor debe ser sincero. Rechacen el mal; aférrense al bien.


Esas poderosas maravillas y milagros que he hecho las he logrado hacer gracias al poder del Espíritu de Dios. Comencé a anunciar la buena noticia de Cristo en Jerusalén, por todas partes, hasta la región de Iliria.


A unos Dios les da, por medio del Espíritu, capacidad para hablar con sabiduría. A otros, por medio del mismo Espíritu, les da un mensaje con un conocimiento especial.


El que ama es paciente, es bondadoso. El que ama no es envidioso ni orgulloso ni se cree más que nadie.


«¿Quién ha conocido los pensamientos del Señor? ¿Quién le enseñará algo que no sepa?». Nosotros, por nuestra parte, sí entendemos todo, porque pensamos como Cristo.


No les hablé ni les prediqué con palabras difíciles, tratando de convencerlos. Más bien, dejé que el Espíritu mostrara su poder.


Todavía no he ido a Corinto porque no quiero ser tan duro con ustedes. Pongo a Dios por testigo de que así es. Que Dios me quite la vida si miento.


Ustedes pensarán que no los amo al decirles esto. ¡Pero Dios sabe que los amo!


Sé que alguien les ha predicado a un Jesús diferente del que les hemos predicado nosotros. Sé que les han hablado de un espíritu y un mensaje de salvación diferente de lo que ya recibieron. Y ustedes han recibido a esas personas con gusto.


Quizás yo no hable en público tan bien como ellos, pero tengo más conocimiento. Y lo hemos demostrado de una y mil maneras.


Así que de buena gana gastaré todo lo que tengo, y hasta yo mismo me desgastaré del todo por ustedes. Si los amo tanto, ¿me amarán ustedes menos?


Por eso les escribo todo esto en mi ausencia, para que cuando vaya no tenga que ser estricto en el uso de mi autoridad. El Señor me ha dado esa autoridad para fortalecer su fe, no para destruirla.


Si ustedes perdonan a alguien, yo también lo perdono. De hecho, si había algo que perdonar, lo he perdonado por consideración a ustedes. Cristo es testigo de que así es.


Les escribí con gran tristeza y preocupación, y hasta lloré. No lo hice para ponerlos tristes, sino para que se dieran cuenta de lo mucho que los amo.


Todos pueden ver que ustedes son como una carta escrita por Cristo y enviada por medio de nosotros. Escrita no con tinta, sino con el Espíritu del Dios viviente. No fue escrita en piedra, sino en sus corazones.


Pues Dios, que ordenó: «¡Que la luz brille en la oscuridad!», hizo brillar su luz en nuestra mente para que viéramos con claridad la gloria de Dios que brilla en el rostro de Jesucristo.


Hagan lugar para nosotros en su corazón. A nadie hemos herido, a nadie hemos aconsejado mal, de nadie nos hemos aprovechado.


Solo quiero que me respondan a esto: ¿Recibieron el Espíritu de Dios por hacer las cosas que demanda la Ley o por creer y aceptar el mensaje?


Dios les dio su Espíritu y también hizo milagros entre ustedes. Díganme, ¿lo hizo porque ustedes hicieron lo que demanda la Ley o por aceptar con fe el mensaje de la buena noticia?


En cambio, los que viven guiados por el Espíritu muestran amor por los demás, son alegres y tienen paz. El Espíritu los hace tener paciencia, amabilidad, bondad, fidelidad,


Al leer esto, podrán darse cuenta de que comprendo bien ese plan que Dios cumpliría por medio de Cristo.


Sean siempre humildes y amables, tengan paciencia, ayúdense unos a otros con amor.


Más bien, sean buenos y compasivos unos con otros. Perdónense unos a otros, así como Dios los perdonó a ustedes por medio de Cristo.


Dios se propuso revelarles cuál es la gloriosa riqueza de ese plan secreto para todas las naciones. Y el plan es que Cristo viva en ustedes, y les dé la seguridad de compartir la gloria de Dios.


en quien están escondidos todos los tesoros de la sabiduría y del conocimiento.


Por lo tanto, ya que Dios los eligió para ser parte de su pueblo santo y amado, sean buenos con los demás. Muestren amor, humildad, amabilidad y paciencia.


Dios y ustedes me son testigos de que nos comportamos de manera correcta y justa con ustedes los creyentes. Ninguno nos puede acusar de algo malo.


Que nadie te rechace por ser joven. Al contrario, que los creyentes vean en ti un ejemplo a seguir en la manera de hablar y de actuar. Que sigan tu ejemplo de amor, fe y santidad.


a las ancianas, como a madres; a las jóvenes, como a hermanas, con respeto.


Tú, en cambio, has seguido paso a paso mis enseñanzas, mi manera de vivir, mi propósito y mi fe. Sabes de la paciencia que he tenido, del amor que tengo por los demás y de cómo soporto las dificultades.


Predica el mensaje de Dios, nunca dejes de hacerlo, aunque no parezca ser el mejor momento. Corrige, reprende y anima con mucha paciencia a todos, sin dejar de enseñar.


Si tú te portas bien, les darás ejemplo en todo. Cuando enseñes, hazlo con honestidad y seriedad.


En cambio, la sabiduría que Dios da es ante todo pura, es decir, no produce maldad. Al contrario, produce paz, bondad, amabilidad, compasión y buenas acciones. El que tiene sabiduría de Dios trata a todos por igual y es sincero.


A esos profetas se les hizo saber que anunciaban algo que no era para ellos, sino para ustedes. Hablaban de las cosas que ahora les han anunciado a ustedes los que les predicaron la buena noticia. Hablaban por medio del Espíritu Santo enviado del cielo. Estas son cosas que aun los mismos ángeles quisieran poder ver.


Ustedes han aceptado el verdadero mensaje de Dios, y por eso él los ha limpiado de pecado. Ahora aman con amor sincero a sus hermanos en la fe. Así que ámense de todo corazón los unos a los otros.


Queridos hijos en la fe, si decimos que amamos, hagámoslo con sinceridad. ¡Demostremos con hechos que nuestro amor es verdadero!