La Biblia Online

Anuncios


Toda la Biblia A.T. N.T.




2 Corintios 5:5 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

Es Dios quien nos ha preparado para esto y nos ha dado su Espíritu como garantía de que así lo hará.

Ver Capítulo
Mostrar Biblia Interlineal

Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

Mas el que nos hizo para esto mismo es Dios, quien nos ha dado las arras del Espíritu.

Ver Capítulo

Biblia Nueva Traducción Viviente

Dios mismo nos ha preparado para esto, y como garantía nos ha dado su Espíritu Santo.

Ver Capítulo

Biblia Católica (Latinoamericana)

Ha sido Dios quien nos ha puesto en esta situación al darnos el Espíritu como un anticipo de lo que hemos de recibir.

Ver Capítulo

La Biblia Textual 3a Edicion

Y el que nos destinó° a eso mismo es Dios; quien nos dio las arras del Espíritu.

Ver Capítulo

Biblia Serafín de Ausejo 1975

Y el que nos ha dispuesto para esto es Dios, que nos dio la fianza del Espíritu.

Ver Capítulo

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Mas el que nos hizo para esto mismo es Dios, el cual también nos ha dado las arras del Espíritu.

Ver Capítulo
Otras versiones



2 Corintios 5:5
11 Referencias Cruzadas  

Y no solo ella, nosotros también sufrimos y nos quejamos. Esperamos nuestra total liberación de nuestro cuerpo, y que así nuestra adopción como hijos sea completa. Pero, mientras tanto, sufrimos. Y sufrimos aunque tenemos al Espíritu, que nos fue dado como adelanto de todo lo que vamos a recibir.


nos tomó como propiedad suya. Él puso su Espíritu en nuestro corazón como garantía de sus promesas.


Los sufrimientos que ahora tenemos son pequeños y no durarán mucho. Pero esas dificultades nos darán una gloria eterna que vale muchísimo más que todo sufrimiento.


Lo que ahora somos, lo hizo Dios. Él, por medio de Cristo Jesús, nos creó de nuevo para que podamos vivir haciendo el bien. Dios así lo había planeado desde un principio.


No hagan que el Espíritu Santo de Dios se ponga triste por su mala conducta. Pues el Espíritu es como un sello que ustedes llevan en su cuerpo. Con ese sello serán reconocidos como propiedad de Dios cuando llegue el día de su salvación final.


El que obedece sus mandamientos es amigo de Dios, y Dios es amigo de él. ¿Cómo sabemos que él es nuestro amigo? Por el Espíritu que nos dio.