La Biblia Online

Anuncios


Toda la Biblia A.T. N.T.




2 Corintios 5:15 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

Él murió por todos, para que nosotros ya no vivamos para nosotros mismos, sino para Cristo, que murió y resucitó por nosotros.

Ver Capítulo
Mostrar Biblia Interlineal

Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

y por todos murió, para que los que viven, ya no vivan para sí, sino para aquel que murió y resucitó por ellos.

Ver Capítulo

Biblia Nueva Traducción Viviente

Él murió por todos para que los que reciben la nueva vida de Cristo ya no vivan más para sí mismos. Más bien, vivirán para Cristo, quien murió y resucitó por ellos.

Ver Capítulo

Biblia Católica (Latinoamericana)

El murió por todos, para que los que viven no vivan ya para sí mismos, sino para él, que por ellos murió y resucitó.

Ver Capítulo

La Biblia Textual 3a Edicion

y por todos murió, para que los que viven, ya no vivan para sí, sino para Aquél que murió y resucitó por ellos.

Ver Capítulo

Biblia Serafín de Ausejo 1975

Y por todos murió, para que los que viven no vivan ya para sí mismos, sino para aquel que por ellos murió y fue resucitado.

Ver Capítulo

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

y por todos murió, para que los que viven, ya no vivan para sí, sino para Aquél que murió y resucitó por ellos.

Ver Capítulo
Otras versiones



2 Corintios 5:15
41 Referencias Cruzadas  

Nos rescató del poder de nuestros enemigos. Así nos hizo libres del temor, para que le sirviéramos


»Les aseguro que el que oye mi palabra y cree al que me envió tiene vida eterna. No será juzgado, sino que ha pasado de la muerte a la vida.


Así como me envió el Padre viviente, y yo vivo por el Padre, también el que come de mí vivirá por mí.


Por lo tanto, hermanos en la fe, les ruego que tomen en cuenta la gran bondad de Dios. Así que, ofrezcan todo su ser como un sacrificio vivo y agradable a Dios. Esa es la verdadera adoración que él merece.


Él fue entregado a la muerte por nuestra desobediencia y resucitó para que fuéramos declarados justos.


¡De ninguna manera! Nosotros ya no tenemos nada que ver con el pecado, es como si estuviéramos muertos. Así que, ¿cómo podemos seguir viviendo en pecado?


Sabemos que nuestra vieja manera de ser fue crucificada con él, para que el pecado que dominaba nuestro cuerpo perdiera su poder. De este modo ya no seguimos siendo esclavos del pecado,


Pero, si Cristo está en ustedes, el Espíritu también lo está. Su cuerpo morirá a causa del pecado, pero el Espíritu que está en ustedes les dará vida, porque Dios los declaró justos.


Pues, al estar unidos a él, el Espíritu nos da vida y nos libera del control del pecado y de la muerte.


Si solo pensamos en hacer lo malo, encontraremos la muerte. Pero, si dejamos que el Espíritu controle nuestra mente, tendremos vida y paz.


Hagan como yo, que procuro agradar a todos en todo. No busco mi propio bien, sino el de los demás, para que sean salvos.


Por eso siento gozo aun cuando soy débil o soy insultado, cuando tengo necesidades, soy perseguido por enemigos o cuando sufro dificultades por ser fiel a Cristo. Pues, cuando soy débil, entonces soy fuerte.


Él nos ha capacitado para ser servidores de un nuevo pacto. No es el pacto de leyes escritas, que nos condena a muerte, sino el pacto que da vida por medio del Espíritu.


Así que de ahora en adelante no valoramos a nadie siguiendo criterios humanos. Antes valorábamos a Cristo de esa manera, pero ya no lo hacemos así.


Si el Espíritu nos da vida, vivamos siendo guiados por el Espíritu.


Así que les digo esto de parte del Señor: no vivan como la gente que no cree en Dios, pues esas personas no piensan correctamente.


Todo lo podemos ver gracias a la luz. Por eso se dice: «Despiértate, tú que duermes, levántate de entre los muertos, y te alumbrará Cristo».


Esa circuncisión espiritual la recibieron al ser bautizados; porque en el bautismo participaron de la muerte de Cristo, y fueron sepultados para resucitar a nueva vida. Y todo porque ustedes creyeron en el poder de Dios, quien resucitó a Cristo de entre los muertos.


Así como Cristo resucitó, Dios también los resucitó a ustedes. Por eso, vivan pensando en las cosas del cielo, donde está Cristo sentado a la derecha de Dios.


Y todo lo que hagan o digan, háganlo sabiendo que representan al Señor Jesús, y den gracias a Dios el Padre por medio de él.


Hagan lo que hagan, trabajen de buena gana, como si lo hicieran para el Señor y no para alguien en este mundo.


Él murió por nosotros para que, ya sea que vivamos o que muramos, vivamos junto con él.


Él se entregó a la muerte por nosotros, para rescatarnos de toda maldad y limpiarnos de pecado y tener así un pueblo elegido, dedicado a hacer el bien.


Por esto también se les predicó la buena noticia aun a los muertos. De esa manera, aunque sean juzgados por lo que hicieron cuando estaban en el cuerpo, podrán vivir en su espíritu obedeciendo a Dios como él quiere.


Así demostró Dios su amor por nosotros: en que envió a su Hijo único al mundo para que por medio de él tengamos vida eterna.


y el que vive. Estuve muerto, pero ahora vivo por los siglos de los siglos. Yo tengo poder sobre la muerte y el infierno.