La Biblia Online

Anuncios


Toda la Biblia A.T. N.T.




2 Corintios 4:10 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

Dondequiera que vamos, siempre sufrimos peligro de muerte. De ese modo todos pueden ver en nuestro cuerpo marcas semejantes a las de Jesús en su muerte. Y también de ese modo verán en nuestro cuerpo la vida que Jesús nos da.

Ver Capítulo
Mostrar Biblia Interlineal

Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

llevando en el cuerpo siempre por todas partes la muerte de Jesús, para que también la vida de Jesús se manifieste en nuestros cuerpos.

Ver Capítulo

Biblia Nueva Traducción Viviente

Mediante el sufrimiento, nuestro cuerpo sigue participando de la muerte de Jesús, para que la vida de Jesús también pueda verse en nuestro cuerpo.

Ver Capítulo

Biblia Católica (Latinoamericana)

Por todas partes llevamos en nuestra persona la muerte de Jesús, para que también la vida de Jesús se manifieste en nuestra persona.

Ver Capítulo

La Biblia Textual 3a Edicion

Llevando en el cuerpo siempre por todas partes la muerte° de Jesús, para que también la vida de Jesús sea manifestada en nuestro cuerpo.

Ver Capítulo

Biblia Serafín de Ausejo 1975

llevando siempre y por todas partes, en el cuerpo, la muerte que llevó Jesús, para que también la vida de Jesús se manifieste en nuestro cuerpo.

Ver Capítulo

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

llevando siempre por todas partes en el cuerpo la muerte del Señor Jesús, para que también la vida de Jesús se manifieste en nuestros cuerpos.

Ver Capítulo
Otras versiones



2 Corintios 4:10
17 Referencias Cruzadas  

Dentro de poco, el mundo ya no me verá más, pero ustedes sí me verán. Y, porque yo vivo, también ustedes vivirán.


En efecto, si hemos estado unidos con él en su muerte, sin duda también estaremos unidos con él en su resurrección.


Ahora bien, si al bautizarnos hemos muerto con Cristo, confiamos que también viviremos con él.


Así dicen las Escrituras: «Por tu causa, siempre nos llevan a la muerte. ¡Nos tratan como a ovejas para el matadero!».


Pues, así como sufrimos mucho por Cristo, así también por medio de él tenemos mucho consuelo.


Nos sentíamos como sentenciados a muerte. Pero eso sucedió para que no confiáramos en nosotros mismos, sino en Dios, que resucita a los muertos.


Es cierto que fue crucificado como si fuera débil, pero ahora vive por el poder de Dios. Nosotros somos tan débiles como él lo fue, pero el poder de Dios está en nosotros gracias a Cristo. Cuando estemos con ustedes verán ese poder.


Pues a nosotros siempre se nos quiere dar muerte por ser seguidores de Jesús. Pero así también la vida que él ofrece se hace visible en nuestro cuerpo que muere.


Por lo demás, que nadie me cause más problemas, porque yo llevo en el cuerpo cicatrices que demuestran que le pertenezco a Jesús.


Ahora, aunque sufro por ustedes, me alegro. Pues así voy completando en mí mismo lo que falta de los sufrimientos de Cristo por su iglesia, que es su cuerpo.


En este mensaje todos pueden confiar: Si morimos con Cristo, también viviremos con él.


Al contrario, alégrense de compartir los sufrimientos de Cristo. Pues, cuando Cristo aparezca en su gloria, la alegría de ustedes será inmensa.


Dichosos ustedes si los insultan por ser fieles a Cristo. Eso significa que el glorioso Espíritu de Dios está en ustedes.


Al verlo, caí a sus pies como muerto; pero él, poniendo su mano derecha sobre mí, me dijo: «No tengas miedo. Yo soy el Primero y el Último,