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2 Corintios 3:9 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

Si fue tan gloriosa la entrega de una Ley que nos condena a muerte, ¡cuánto más gloriosa será la entrega del nuevo pacto que nos hace justos delante de Dios!

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Biblia Reina Valera 1960

Porque si el ministerio de condenación fue con gloria, mucho más abundará en gloria el ministerio de justificación.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Si el antiguo camino, que trae condenación, era glorioso, ¡cuánto más glorioso es el nuevo camino, que nos hace justos ante Dios!

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Si tan grande fue el ministerio que sentenciaba la condenación, ¿no lo será mucho más todavía el que procura la santidad?

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La Biblia Textual 3a Edicion

Porque si en el ministerio de condenación hay gloria, mucho más abunda en gloria el ministerio de la justicia.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Pues si el ministerio de la condenación fue gloria, ¡con cuánta más razón abundará en gloria el ministerio de la justificación!

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Porque si el ministerio de condenación fue glorioso, mucho más abundará en gloria el ministerio de la justificación.

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Otras versiones



2 Corintios 3:9
23 Referencias Cruzadas  

Es más, él fue circuncidado luego, como una señal de que había sido declarado justo por su fe. Por tanto, Abraham es considerado el padre de todos los que creen aunque no hayan sido circuncidados. Pues a estos se les toma en cuenta su fe y son declarados justos.


Pero gracias a él ustedes están unidos a Cristo Jesús, y esa unión los hizo sabios. Porque quien está unido a Cristo es declarado justo, es parte del pueblo de Dios y es liberado del pecado.


El brillo del sol es diferente al brillo de la luna y otro es el de las estrellas. Cada estrella tiene su propio brillo.


Pues, si aquella entrega fue tan gloriosa, ¿no será todavía más gloriosa la entrega de la vida que el Espíritu nos da?


Cristo no cometió pecado alguno, pero, por amor a nosotros, Dios lo trató como pecador, para declararnos justos por medio de Cristo.


Todos los que quieren agradar a Dios por hacer lo que demanda la Ley están bajo maldición. Pues las Escrituras dicen: «Maldito sea quien no obedezca todo lo que está escrito en el libro de la Ley».


Quiero estar unido a él, pero eso no lo ganaré tratando de ser justo por mi obediencia a la Ley. Solo se gana al creer en Cristo, pues, por medio de él, Dios nos acepta como justos. Él nos acepta por medio de la fe.


Los saluda Simón Pedro, servidor y apóstol de Jesucristo. Dirijo esta carta a los que han confiado en Cristo de manera tan preciosa como lo hemos hecho nosotros. Esa confianza nos la ha dado nuestro Dios y Salvador Jesucristo, quien ha demostrado ser justo.